Mirar las nubes, hacer fotos para retenerlas... me calma, me centra, casi tanto como observar salamandras. Ahora que no encuentro salamandras a las que acariciar, me dedico a mis nubes.
En el lugar al que pertenezco, en mi sitio en el mundo las nubes tienen una consistencia distinta, al menos para mi. A veces son casi sólidas, tangibles. Es donde más me gusta fotografiar nubes, salen más favorecidas, Juas.