Lo jodido de perder la fe es el vacío. Con esto no contaba,
con este frío no contaba.
Yo antes creía. Creía en demasiadas cosas, supongo. Creía en
Dios. Sí, creía en Dios. No era ese tipo de creencia ciega y no cuestionada de
la fe normal. Yo creía, supongo, por necesidad.
Al principio todos creemos por una cuestión cultural. Mi
madre es creyente practicante. Supongo que por eso creía cuando era pequeña. Iba a
misa con ella, todo me parecía mágico, tan ostentoso y ceremonial. Era como ver
una y otra vez la misma representación teatral. Creer era fácil. Era lo que
tenía que hacer.
Luego empecé a tener dudas. Pasé una crisis de fe de la
hostia, de esas brutales, con sermones y visitas obligatorias al párroco. Al
final resultó el más cuerdo de todos. Es sano que tengas dudas, me dijo. La fe
debe sustentarse en el lado crítico. Si superas esta crisis de fe y sigues
creyendo saldrás fortalecida. Si no la superas no pasará nada, Nuria. El mundo no acaba
aquí.
La superé, y convertí los padresnuestros en parte de mi rutinas
para poder seguir. Desde entonces tengo la firme convicción de que las
religiones tienen mucho que ver con el TOC. Muchas beatas parecían tener el
mismo comportamiento de repetición rutinaria que yo, casi obsesiva. Pero yo era consciente. No
podía evitarlo, como los pares, como los giros de la cucharilla al mover el
café. Rutinas.
En mi facultad ser creyente y confesarlo era… curioso. He
mantenido más discusiones sobre mi fe allí que en ningún sitio. ¿Dónde encaja
la evolución con tu Dios? ¿Cómo puedes creer siendo de ciencias puras, viendo
pruebas? Un compañero decía que mi libre interpretación de la biblia rozaba lo
blasfemo. Yo entendía todo como metáforas, no como realidades. Adán y Eva:
metáfora, una puta parábola inventada para explicar a pobres analfabetos
(perdón). ¿La Iglesia? Una buena idea en principio, que luego se fue
pervirtiendo porque la gestionaban personas. En ella no creía.
Y así, con mi libre versión del catolicismo, fue
sobreviviendo mi fe. Porque la necesitaba. Necesitaba pensar que había algo
más, un lugar en el que volvería a encontrar a mi abuelo, o a Alejandro, o…
Bueno, eso. Me jodía pensar que todo acababa aquí. Y además me tranquilizaba
confiar en alguien cuando no veía salida. Pedía ayuda, prometía cosas absurdas.
Confiaba. Rutinas que me mantenían entera.
Era todo más fácil cuando creía. Sí, era más fácil.
Ahora ya no creo. Quiero creer, pero no me sale, igual que
ya no me sale creer en el amor, o en los parasiempres.
En algún lugar me
dejé la fe, y ya no puedo recuperarla.
Hace poco entré en una iglesia. Mi hija quiere tomar la
comunión. Todas sus amigas lo hacen. Y me parece importante dejarle elegir hacerla, igual que le dejaría elegir no hacerla. Ya veremos si dentro de unos años es
capaz de conservar su fe, si quiere conservarla.
Así que allí estaba yo, como había estado tantas otras
veces. Era algo divertido, cantaban, el cura no era aburrido. Pero no podía con
aquellas ganas de salir corriendo, de acabar con aquel teatro. Me parecía una
falta de respeto estar allí sin creer una puta palabra. Qué ganas de levantarme
e irme. Algo muy físico.
Entonces fui consciente de que ya era algo irrecuperable, de
que ya no podría recuperar ese estado de “inocencia”. Igual que en tantas cosas.
No hay amor, no para mi, ya nunca sentiré esa emoción, ese saberme capaz de vencer a dragones, esa invencibilidad que se siente cuando se está enamorado.
Y ya no hay quien me salve. Ya no hay
un sitio mejor al que ir después de esto.
Era más fácil cuando creía. En todo. Era más fácil. Joder.
Losing my religion - REM( Ya, ya, no habla de religión, más bien de desquiciarse. Igual tiene más que ver con la pérdida de fe en el amor, supongo)
Nota: La imagen no es por faltar el respeto. Es una tumba real del cementerio de mi lugar. No creeré, pero sigo visitando a mis muertos.
Antes de nada: baja la serie “True Detective” y disfruta del arte con mayúsculas. Que gran serie, con cosas así uno recupera la fe en la humanidad. Además el personaje de Matthew McConaughey es inmenso.
ResponderEliminarVolviendo a tu post, creo que cuestionarse nuestro entorno, nuestras creencias, es la base de una inteligencia sana. No tendrías que estar tan traumada: has hecho el recorrido normal de cualquier persona con inquietudes, o al menos con cierta capacidad crítica. A mí me sucedió algo parecido, sin tanto drama: mi familia era mucho más descastada y disfuncional. Excepto por mi abuela, apenas tuve problemas en dejar a un lado la iglesia y sus preceptos y dedicarme a mis cosas, es decir, la masturbación compulsiva típica de cualquier adolescente.
A mí la gente religiosa me provoca cierta extraña envidia, la misma que me suscitan los retrasados mentales: tan felices, tan incapaces de cuestionarse nada, todo tan fácil y tan claro en su mente, como un niño que no ha salido de su pequeña burbuja infantil. Sin acritud, que nadie se ofenda. Y si alguien lo hace, pues nada, a mi blog, que por aquí no voy a volver a pasar.
En cuanto a lo del amor, bah, la vida es muy larga, todos guardamos en ciertos momentos la insidiosa fantasía de la mutilación sentimental, del modo zen insensible a las vicisitudes. Pero son etapas. No creo que mienta cuando afirmo que todos lo que te leemos sabemos que tienes un cerebro hermoso. Y como bien sabes es tu cerebro quien alberga esa enorme capacidad para el amor que provoca bilateralidad. Deja Twitter y Blogger y sal más de bares con tus amigas. Ya verás como alejada de esta caterva de freaks ves la cosas con más normalidad…xD
Y creo que he desvariado mucho. Vuelvo a mi cueva decadente. Muchos besos musa!
Yo no creí jamás.
ResponderEliminarNi de pequeño en el cole de curas.
Me parecían ya unos farsantes y unos reprimidos peligrosos.
Siempre me pareció un timo la religión católica, y lo hago extensivo a las demás religiones.
Entiendo que tengan adeptos por la necesidad del ser humano de que no todo acabe con la muerte.
Eso es muy duro de aceptar y es mucho más reconfortante pensar en un cielo eterno y bla bla bla.
No hay ni una prueba de ello.
Nadie ha visto un alma.
Ni volver a un muerto.
NI resucitar un cadáver.
Nadie ha visto un santo bajar del cielo ni un ángel con una espada de fuego.
Nadie ha visto a Dios, ni al Espírtu Santo.
Pero quieren creer, necesitan creer, y si no hubiera religiones las inventarían, y si hubiera que rezarle a una rana o al culo de un saltamontes para asegurarse la vida eterna en el cielo lo harían.
La gente creyente siempre me ha parecido egoísta. Es una conducta preocupante según lo veo yo pues renuncia a la lógica y a la razón a cambio de asegurarse una inmortalidad ficticia... pero bueno, allá ellos.
Es duro vivir sin creencias Nuria, pero más duro es vivir engañado.
Besos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSuponer que todos los creyente son lelos y desbecerrados, es como suponer que todos los pobres son honrados. Hay de todo. Hay gente que se ha cuestionado, profundizado y estudiado teología o filosofía hasta hartarse, eruditos creyentes y otros que sin abrir un libro creen y... viceversa.
ResponderEliminarHay muchas religiones y creeencias, millones de personas no pueden ser imbéciles por los siglos de los siglos, eso no lo creo.
Hay quien vive asilvestrado dentro, sin cuidar su interior y le vale, a mi no. Para mi es imprescindible creer. No solo en algo superior sea lo que sea, en la vida, sobre todo en el hombre. Tú mejor que nadie NURIETA sabes que si estoy a tu lado en lo que estoy, no tengo más motivos que mi fe en ti sin verte, sin saber nada más que lo que tú me cuentas, te he observado despacito y me vale lo que me haces sentir para creer en ti.
Otros han creído en mi, así que se lo debo a quien sin motivos tuvo fe en mi profesional y humanamente. Se lo debo a la vida. Todos somos todos. Creo por eso, porque soy parte de un todo, ni mejor ni peor que nadie. Creo en mi más que en nadie y por lo mismo creo en los demás.
Me siento bien confiando con cautela. No podría vivir enrrollada como una oruga desconfiando de todo y todos, debe ser terrible vivir así.. así que como te quiero, deseo que vuelvas a creer, siempre hay algo que nos devuelve la fe, búscalo y agárrate fuerte preciosa, nadie que cree se siente solo jamás.
No soy practicante, de hecho la jerarquía eclesiástica me parece tan poco digna de crédito como los políticos, pero creo que hay algo superior al hombre sea lo que sea, por un motivo, suponernos los reyes de la creación me parece de una soberbia espantosa y de un reduccionismo patético, el hombre es bastante más que un revoltijo de células y reacciones químicas. Nadie ha podido probar la existencia de Dios, pero tampoco su inexistencia, hay mil cuestiones sin explicación científica, por tanto las opciones está abiertas, somos libres todos de elegir, quien quiera creer que crea y quien no, allá él...
Mil besos bonita y recuerda...
Creo en ti a pies juntillas fíjate:))
Cualquier cosa que podría decirte ya te la han dicho más arriba los dos primeros comentaristas. Solo estás de bajón y amanece un día tras otro. :*
ResponderEliminarHola Nuria:
ResponderEliminarLlevo leyéndote mucho mucho tiempo.
Me encanta como escribes.
Siempre que vengo a tu blog pienso: -Venga! a ver si esta vez, ella nos cuenta que ha cambiado la suerte. (ojalá pronto lea que ha sido así)
La fe buffff! qué tema! Si fuese algo tangente no existiría, no?
Cuando hice la confirmación el cura nos dijo algo parecido a esto:
(lo adapto para que se entienda)
¿De qué tienes más certeza? ¿de qué la pantalla en la que estás leyendo este mensaje es rectangular o de qué tu madre te quiere?
Un abrazo.
Cree en y lo que quieras creer en cada momento, Nuria.
ResponderEliminarEres/sé libre de hacerlo.
PERO SIEMPRE (INTENTA) CREER EN TI MISMA.
Yo lo hago... porque creo que ERES... lo leo en ti, 'tu verdad', por imperfecta que seas... como lo somos todos.
Y creo que lo que más necesitas es apoyo, sentir que no estás sola (y no lo estás...) y un montón de abrazos apretaos y cálidos... como éste que te envío, aunque sea virtualmente y a la distancia.
Y un beso... y una... :)
PD: Por cierto, el o la que tiene que tener mucha fe es quien tenga que cavar fosas en ese cementerio porque... ¡vaya pedregal! :P
ResponderEliminarLa vida con sentido del amor/humor o viceversa, siempre se hace más leve... ;)
Seguro que las renacuajos que tienes al lado son una buena muestra de ello... sonrisas, lágrimas y cariño... como nadie te regalará jamás... :)
¡¡¡Enhorabuena Nuria!!! Jajaja. Verás, tú no lo sabes, pero es precisamente en este momento cuando estás preparada para la verdadera fe, que nada tiene que ver con creencias. El nihilismo es necesario. El derrumbamiento brutal también. Lo es para las personas que nos hemos alejado de lo que en el fondo somos. En mi caso la sucesión de acontecimientos fue así. A los 5 años, un día de verano salí al portal en casa de mis abuelos y llegó hasta mí el olor de un romero cercano que traía la brisa de la mañana. En ese momento sentí literalmente algo que transcendía el sufrimiento del mundo. Una suerte de perfección en todo cuanto se posaban mis ojos mucho más que perfecta. El arrebato fue tal que me quedé quieto, sorprendido. No sé cuanto tiempo pasó, tal vez sólo segundos, pero su sabor era eterno. Duró un instante, pero sin duda ha sido el momento más importante de mi vida. Después fui creciendo olvidando aquello. Siempre fui un niño muy preguntón y muy contestón. Iba a un colegio de curas, pero a los 11 años me declaré ateo con un amigo ante la estupefacción general. Curiosamente ese mismo año tuve un accidente, y en él experimenté un estado que aquí no describiré (tampoco podría); baste decir que ese estado transcendía espacio, tiempo, pensamiento y sensación de "yo". Después llegó la adolescencia y el nihilismo me poseyó. Las bases de donde partía Schopenhauer me parecían ciertas. El mundo una cosa sin sentido donde todos veníamos a sufrir para después morir. Fueron tiempos de vino y rosas, de escapismo de mi propio dolor. Buscar en el sexo, en al alcohol; esas cosas. Las adicciones parten siempre de un no ser capaz de enfrentarse al sufrimiento y son más fuertes cuanto más sensible eres. También tienen su luz. Enseñan por derrumbamiento. El camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría... si eres lo suficientemente listo como para ver que por ahí no vas. Y después ahí estaba la dichosa razón. Si te pones a vivir en el mundo de los conceptos la vida se te muere sola, y eso mismo es lo que a mí me pasó. Tanta racionalidad. Tanta confusión. Tanto creer que la alusión es lo mismo que lo vivo a lo que alude. No hay estupidez (en el sentido de fantasiá e ilusión) mayor que quedar encerrado en tus propios conceptos. Uno se cree tan inteligente con todas sus ideas... Pero eso conlleva alejarte de la vida y alejarte de ti. Te convierte en un creyente dogmático en el encasillamiento de los velos de la representación, que es algo tan restrictivo y superficial como ser un creyente de los cuentos intantiles de la religión institucionalizada. Sus cuentos son metáforas. ¡Claro que son metáforas! Y sólo los muy tontos confunden el dedo con la luna a la que apunta. Creo firmemente que para ser adultos tenemos que superar la religión de los hombres niño, y los corsets de la razón. Nuestros conceptos deben morir a si mismos con todas nuestras creencias. Cualquiera que haya navegado por los caminos de la experiencia interior sabe el miedo atroz que da aproximarse a la Fuente, porque este acercamiento exige quedarse desnudo; alejarse de todos estos ropajes con los que el ego se recubre para ocultar sus vergüenzas y extrema fragilidad. Sólo si has tenido la suerte de no haber abandonado tu Fondo a lo largo de la vida, podrás prescidir de esta dificultad y olvidar la búsqueda. En los cuentos míticos este camino siempre está reflejado como entrar en lo profundo del bosque, donde moran todo tipo de brujas y duendes. Para transitarlo hace falta tres cosas: gran fe (en que lo que anhela tu interior no es casual y es posible tenerlo); gran duda (el tipo de duda kamikaze que te lleva a poner absolutamente todo en tela de juicio, especialmente a tu propia identidad) y gran perseverancia. Cuando estás en él, cuando te has adentrado en el bosque, el sufrimiento es grande, el miedo atroz.
ResponderEliminarUno encuentra que no tiene sitio donde posarse, que ha perdido su suelo. Y es eso lo que tiene que suceder: tienes que perder tu suelo, tu norte y tu identidad para que de una vez por todas puedas dar a luz lo que hay debajo de todo ello. Tu ser real. La verdadera fe es una EXPERIENCIA oscura, como decía San Juan. Oscura en el sentido de que lo que llegas a saber no es explicable con el entendimiento ni la razón. No tiene nada que ver con una creencia. Cuando es real te toma al asalto, sin que tú puedas hacer nada. Te voltea sin compasión y después, cuando sales de ella, aunque nada ha cambiado todo es distinto. El mundo es distinto, porque has cambiado tú. Tu visión se ha transformado. Has caído en la cuenta de lo que siempre ha estado ahí; de lo único que nunca cambia. De lo que Es. Lo que no ha nacido no puede morir. La cara b de la realidad esconde una sorpresa indescifrable. Es un misterio sin nombre. "El tao que se puede nombrar no es el verdadero tao", dice la biblia del taoísmo. Así que si escuchas la palabra Dios sal corriendo, porque eso es un simple concepto. Escucha mejor las enseñanzas de tu propia sangre; de tus manos cuando hacen una pajarilla de papel; de tus pulmones cuando respiran. Así, del nihilismo podemos pasar al vitalismo real, que nada tiene que ver con la estupidez de Nietzsche ni con naufragios mentales similares. Y es ahí, en las profundidades de la Vida que nos habita y que todos somos, en ese vitalismo que surge del fondo más fondo de tu propio interior, donde debes encontrar el amor. Primero encuéntralo ahí, y después serás capaz de reconocerlo en otra persona; de amarla de verdad; de eliminar todas las barreras y llegar hasta ella dándote por entero, porque previamente habrás conseguido llegar hasta ti y decir de verdad "me amo". Porque, sabes, eres digna de amor, como lo somos todos. Únicos cada uno a nuestra manera. No hay dos iguales. Si tú no aportas al mundo lo que puedes aportar, nadie más podrá hacerlo, porque no hay nadie como tú.
ResponderEliminarAsí que ¡enhorabuena! Te felicito. Asienta tu culo en el vacío y no salgas corriendo. Quédate ahí cuando todo se derrumba, porque debajo, aunque no te lo creas, está lo que siempre has buscado.
Si no tuvieras fe no podrías escribir como escribes. Si no creyeras en el amor no serías como eres. Ahora sólo crees que no crees, pero es mentira. Sin fe verdadera ni siquiera podrías elevar una mano, ni caminar, ni reír.
Otra vez más lo tengo que decir: "Tú eres lo que estás buscando". Qué cansino soy jajajaja.
Pd. El regalo que te quería hacer y que no te he hecho porque quería completar con algo que pensaba escribir y no he escrito, va de esto...
Ppd. Todo lo que he escrito, me lo tengo que leer todos los días a mí mismo. Al parecer J. es un simple puente hacia el J. real, y en ello estoy, perdido entre la espesura y lleno a veces de miedo. Y de verdad que es estupendo. Estupendo este vacío donde no hay nada que atrapar. Todos somos kamikazes! jajajajaja. Si caminas lo suficiente, llegarás a algún lugar. Eso, al menos, decía algún gato creo recordar, en un libro que te gusta mucho, mi querida Alicia. "Oh! -dijo el gato-. Puede usted estar segura de llegar si camina durante un tiempo lo suficientemente largo." ... en la espesura del bosque, añado yo. ;) ¿Has visto qué brevedad más estupenda la mía? jajajajaja. Esto sólo indica que no sé nada jajajaja, Laotse dixit! jajajaja
Guardé un post de María Dubón, mira:
ResponderEliminarUna lectora me ha remitido el siguiente correo: “Me extraña su argumento al decir que no cree porque nunca ha visto a Dios. ¿Por qué unos refuerzan su fe y otros la pierden? Sencillamente, porque unos notan en su corazón la presencia divina y otros no quieren saber de Dios o lo buscan fuera, como si no estuviera adentro, que diría San Agustín sobrado de experiencia. Ver a Dios es la bienaventuranza reservada para los limpios de corazón. Ser limpio de corazón es no tener adherido el fango del egoísmo o del dinero, de la codicia o de la hipocresía, es estar adornado de la sencillez de un niño, revestidos de la castidad del alma pura. Dios no es materia y solo lo captan los que saben elevarse sobre ella. Cuando el fango deja de tapar nuestros ojos, lo vemos cara a cara, más claro que nuestro rostro en un espejo. Ni en esta vida ni en la otra puede nadie contemplar a Dios en figura, que es espíritu puro, pero la percepción de su divina esencia amorosa y sublime reconforta el alma de los bienaventurados. Los místicos que la contemplan, morirían de sorpresa y de amor si Dios no lo impidiera. ¿Qué es lo que le impide notar la presencia divina? ¿No es, por ventura, la lujuria, la soberbia, el rencor, el ruido interior o la codicia?”
¿Qué puedo decirle, Rosa? Me alegra sobremanera que sea usted una de esas personas privilegiadas a las que Dios ha mostrado su rostro, permitiéndole gozar de un estatus con el que yo no puedo ni soñar.
Supone que no creo porque nunca he visto a Dios y le aseguro que no es ésta la razón. Jamás he visto un esquimal, un suricata o un billete de 500 euros y no por eso dudo de su existencia, es más, me consta que haberlos, haylos porque me han aportado pruebas tangibles y fehacientes de que existen.
Lamento no saber qué me impide notar la presencia divina, aunque, ni por ventura, ni por desgracia, puede ser la lujuria, la soberbia, el rencor, el ruido interior o la codicia. Me hallo cubierta por el lodo de incontables defectos, pero éstos aún no me han salpicado.
Mi conciencia no pasaría la prueba del algodón, lo admito. No poseo la inocencia de un niño porque soy una persona adulta baqueteada por la vida, sin embargo, tampoco soy un catálogo de maldades.
Por último, solo añadir que mi mente racional y escéptica me lleva a aceptar el siguiente principio filosófico: “Lo que no puede demostrarse que es falso, puede admitirse como verdadero”. Yo no puedo demostrar que Dios no exista, de la misma manera que nadie puede demostrar que Dios exista. Así que convendremos ambas que la existencia de Dios es posible. Yo he decidido no creer en él y, pese a todo, me siento en paz, libre y feliz. ¿Será que tengo a Dios en mi interior y no me he dado cuenta?
Blanco y negro.
Yo negro.
Pero en caso de cojera cerebral, la religión puede ser un buen bastón en el que apoyarse.
Con sicólogo gratuito; muy escorado, eso sí....
Lo único que me gustó de la vida de Pi...
ResponderEliminar"- ¿qué historia prefieres la real o la del tigre?
- La del tigre...
- Pues eso es Dios...
Necesitamos pintar la vida de colorines y difuminar la realidad... es algo innato en la humanidad de un modo u otro da igual la religión... Algo a lo que aferrarnos para sobrevivir... unos es dios y otros lo que sea.
El consejo del decadente está bien... sal más con tus amigas ese siempre es un buen consejo, sonreirás más (pero luego me lo cuentas por el tuiter ehhhh jajajajajaa)
Un besazo!!
Creer es dificil si no se demuestra, por mucho que me digan que por un cable circulan electrones que hacen funcionar una bombilla o un ordenador, nunca creeré en la electricidad. Con las religiones ocurre que vienen impuestas de casa y es muy difícil quitarnoslas de encima, es como decirle a un sevillano que no hable con ese deje andaluz tan característico, aún así ayudan los curas cabrones con sus abusos y su poca credibilidad, .
ResponderEliminarPero bueno ¿donde estamos? ¿es infinito el universo? ¿la vida terminará mañana? todo es tan cuestionable que hay que tratarlo con respeto.
A mi me ocurrió igual que a usted, que dejé de creer en el amor y en dios casi al mismo tiempo, y me jode más lo primero que lo segundo. Los años felices pasaron y el principe azul no aparece, el amor después de los cuarenta resulta una quimera dificil de alcanzar.
En fin, que igual dios se me aparece algún día reencarnado en un cubanito macizorro y cambia de nuevo mi perspectiva del asunto.
Besos.
L.
¿Dudas y contradicciones son la amarga salsa del conocimiento? Eso tampoco lo puedo asegurar. Un beso.
ResponderEliminarOtra cosa en las que te doy la razón, hada madrina.
ResponderEliminarYo también les envidio. No solo a los católicos por su fe, si no a todos los que tienen algo en lo que creer. Un bien superior o un algo inmutable en la existencia que les preserva, les ayuda, les cuida o que hará que, al final, todo esté bien. Algo que les aleja de la idea de que la existencia no es más que esta vida (a veces cruel) que gozamos y sufrimos. Que somos algo más que carne, química y huesos.
Y no es por la pérdida de fe en sí misma, si no por el consuelo que les ofrece. A mí me gustaría poder creer que en algún plano existencial aún hay algo que es mi madre, que algún día me reencontraré con ella, que "está en el cielo cuidando de nosotros", pero no puedo y eso me genera una profunda y dolorosa amargura.
Siento que te haya pasado a ti, Nuria. De todo corazón.
Sabes que te quiero.
En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos
ResponderEliminarbebes. Uno pregunta al otro:
-¿Tu crees en la vida después del parto?.
-Claro que si. Algo debe existir después del parto. Tal vez
estemos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que
seremos mas tarde.
-¡ Tonterías! No hay vida después del parto. ¿Cómo sería esa
vida?.
-No lo se pero seguramente…habrá mas luz que aquí. Tal vez
caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por
la boca.
-¡Eso es absurdo! Caminar es imposible. ¿Y cómo comer por
la boca? ¡Eso es ridículo! El cordón umbilical es por donde
nos alimentamos. Yo te digo una cosa: la vida despues del
parto esta excluida. El cordón umbilical es demasiado corto.
-Pues yo creo que debe haber algo. . Y tal vez sea sólo un
poco distínto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí.
-Pero nadie ha vuelto nunca del mas allá, después del parto.
El parto es el final de la vida. Y a fin de cuentas, la vida no es
más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no
lleva a nada.
-Bueno, yo no se exactamente cómo será después del parto
pero seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará.
-¿Mamá? ¿tú crees en mamá? ¿ Y donde crees tu que está
ella?.
-¿Dónde? ¡En todo nuestro alrededor! En ella y a través de
ella es como vivimos. Sin ella todo este mundo no existiría.
-¡ Pués yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto
es lógico que no exista.
-Bueno, pero a veces, cuando estamos en silencio, tu puedes
oírla cantando o sentir como acaricia nuestro mundo.
¿Sabes?...yo pienso que hay una vida real que nos espera y
que ahora solamente estamos preparándonos para ella….
¡Qué difícil es entender la Fe desde fuera de la Fe!
La Fe sólo se puede entender dentro de la Fe, porque fe es tener una certeza de lo que no existe. Otra cosa es explicar esto sin el Miedo, que es lo que hacen los católicos para explicarlo todo...si no hay miedo la fe poco importa.
ResponderEliminarbueno, pues discrepo, Nuria yo sí creo que crees, y mucho sino no irias a visitar a nedie, Un beso.
ResponderEliminarY claro que tienes Fe, la veas o no, lo único, es que ella aún no te ha visto a ti.
Un abrazo.
Y te diré otra cosa, yo a veces no creo ni siquiera en la vida misma y solamente creo en la muerte, sin embargo aquí estoy a pesar de todo, de que parezca que ya no existe vida en la tierra , y la gente ha perdido hace mucho tiempo ya su alma.
ResponderEliminarBesos, me enterneció tu post, feliz semana, Dios existe en el corazón de los que aman y tu sí amas, te guste o no la iglesia de los humanos y sus tradiciones. Un abrazo.
Una cosa es la creencias, otra la tradicion, otra la religión y otra la fe, ( y te juro que no estudié con monjas ni con curas ni nada¡¡¡¡ , tengo mis propias opiniones bastantes personales, otro día te las cuento.
Jaja siempre he tenido la impresión que AMAPOLA era la más lista de cuantos andamos por aquí, esto que le leo me lo confirma. Un besito guapa.
ResponderEliminarEs verdad que crees aunque ni tú lo creas, tú y todos los que se dicen descreídos...Si estamos aquí es porque creemos, si no... ¿Somos todos bobos escribiendo al vacío? aquí estamos, Srs. ¿Cuántos de quienes te escriben te han visto? y ya ves, aquí todos sin dudar de tu existencia... ¿y si eres un robot? ¿y si te llamas Nicodemus y no Nuria? jaja No se puede comprobar ninguna de las cosas importantes que sentimos ¿¿Y ?? ...¿Alguien duda que todos sentimos lo que sentimos? ¿alguien pide pruebas para creer cómo se siente?
¿Sabes lo que de verdad creo cielo? que en el fondo somos masokas perdidos. Nos encanta fustigarnos y auto proclamarnos escépticos descreídos, cuando en el fondo nadie se lo cree de verdad, pero mola decirlo, da caché.. los que demos creer somos los pazguatillos de la vida ¡ver para creer! jaja A veces somos tan ciegos viendo... que mereceríamos no ver. ¡Una buena zurra es lo que merecemos todos¡ :))
Y ¿tú NURIETA? ¿quieres materializarte de una vez? o es que tampoco tú existes ... ¡¡prueba que eres tú quien eres!! jaja Muaaaaaaaaaaakkss!
demos... ¡decimos! quería decir... ¡demonios! Uy ¿existen los demonios? ¿necesitamos verlos con cuernos y rabo para sentirlos? a veces somos tan infantiles creyéndonos adultos que por eso hasta eso tengo más que asumido, mi infantilsimo es congénito y mira, no me avergüenza nada reconocerlo, ni eso, ni que creo. Veo tanto adulto enano que me declaro enana eterna. Espero no crecer jamás :))
ResponderEliminarEn mis muchos baches de fe.
ResponderEliminarY en mis muchas críticas al pastoreo y los reclinatorios. En mis ataques a los líderes de la Iglesia . Un día recordé que también que fui educado en la misma fe que ellos.
Tan solo desde entonces uso sus armas querida.
La segunda vez que mi Madre quería excomulgarme, le recordé que soy hijo de Dios y el no me lo tendrá en cuenta, ya me conoce....
También les recordé , que con la medida que juzguen , serán juzgados y con la medida de midan serán medidos.
Ser Católico sale muy barato y muy fácil ..... Y la fe es el arma más poderosa del mundo...
Hay miles de seres dispuestos a dar su vida por Ala.
Siempre he preferido un borracho conocido a un alcohólico Anónimo..
La encuentro ...Vigorosamente sexy.
beso
S
Hola, te acabo de descubrir por casualidad, te seguiré leyendo.
ResponderEliminarBesos
He vuelto porque creí que habías actualizado Nuria, hasta aquí me llegó esa fé...
ResponderEliminarBesos¡
En fin yo nunca fuí a colesgios de curas, creer en las personas,¿ acaso no es tener FE?
Un abrazo.
ResponderEliminarDicen que la Fe es un don. A unos se les da, a otros no. Adivina...
Me gusta lo que escribes.
· Un beso
· CR · & · LMA ·