Mira mami, ya no soy rara, me dice mi hija con cara muy seria. Yo la observo, igual de seria, y le pregunto que por qué ya no es rara. Su respuesta me arrastra el alma más allá de los pies. Porque ya no salto en los pasos de cebra para evitar que me coman los cocodrilos, me dice ya más sonriente. Y sí, vale, suena rara. Es rara. Es la rara más rara y encantadora que conozco. Yo también lo soy, lo de rara, digo. Por eso jugamos juntas a saltar pisando sólo las rayas blancas de los pasos de peatones, porque en el asfalto viven cocodrilos hambrientos, dispuestos a devorarnos los pies.
A mi me gusta que sea así, imaginativa, creativa, fantasiosa,... rara.
Debe haber visto mi cara de sorpresa, o de desesperanza, y me dice: ¿no estás contenta? Para nada, le contesto. Esa no eres tú. A mi me gustas rara. ¿Quién decide qué es raro? Llevo toda la vida intentando descubrirlo. Entiendo, sé distinguir lo que la gente "normal" entiende por raro. Pero, ¿cómo lo deciden?
Es más raro, para mi, ir con banderitas a un mitin electoral que silbar por la calle. Pero mi percepción de lo normal no parece ser la correcta.
Así que mi hija, a quien alguien le ha metido en la cabeza que no es normal ser feliz imaginando que hay cocodrilos urbanos ávidos de pies despistados, me mira con una sonrisa que me hace sentir que todo tiene sentido, y me dice: "Pues a saltar, que hay que cruzar la calle".
Nos domestican, nos adocenan, nos adoctrinan, nos hacen perder la imaginación.
Escribe cuentos, pero siempre le critican la forma, si está o no escrito en el idioma correcto. Casi ninguno de sus compañeros sabe escribir, y a ella le critican la forma. No es que no esté bien desarrollado, o que no sea imaginativo. No, la desaniman. Quieren que haga trazos sobre lineas punteadas, poco más.
A mi me gusta así, inteligente, lógica, crítica. Para los demás es esa niña rara que sabe de qué color pintar el espacio exterior, o que juega a que el parque es su reino, y ella es mi Rapunzel, tirándome sus largas trenzas. Exceso de imaginación, me dicen.
Me da miedo que algún día la convenzan de verdad de que no es bueno ser como es. Porque ser como es es genial.
Esto me trae a la mente algo que escribí hace tiempo, la primera vez que le dijeron rara a la cara.
Es esto:
Siempre he sido "rara", cualquiera puede corroborarlo. Desde que tengo uso de razón me recuerdo distinta. Me río de cosas que nadie encuentra graciosas, o que nadie entiende, me gusta música que no le gusta a la media, y además me gustan estilos de música muy dispares (ecléctica me llamó una vez una muy buena amiga, y lo encuentro más positivo que la mayor parte de comentarios que se dedican a mis gustos musicales), no pienso como la mayoría, veo muchos tonos de gris; confío en mi instinto hasta un punto hiriente en lo que respecta a las personas (suelo saber si alguien me va a caer bien en un par de minutos, y después no suelo dar segundas oportunidades), mi estado de ánimo es una especie de montaña rusa, demasiado variable. Soy cabezota, y cuando discuto soy muy vehemente. Tengo un sentido del humor bastante negro, y me gusta el humor absurdo. Recuerdo canciones y series que casi nadie conoce, tengo mucha imaginación y sueño despierta....
Podría seguir, pero todo eso y mucho más se resume en "eres rara", casi siempre dicho en tono muy despectivo, toma, para que te duela. Pero ya soy mayor, he crecido. Es un aviso para navegantes. Ya no me hiere lo de "eres rara". Lo que vosotros proferis como un insulto, para mi es lo que soy, es algo que asumo y que me encanta. Si no fuese rara no sería yo. A quien no le guste, pues ya sabe el camino.
Yo creo que los raros son los otros... todos iguales, todos tan políticamente correctos. Que alguien me defina raro ya, que no lo tengo claro.
Ahora resulta que al menos una de mis hijas se parece a mi en lo "rara" (la otra aún está por ver). Yo simplemente creo que es increiblemente especial, con un sentido del humor muy peculiar, y con una imaginación desbordante. Solo espero conseguir que se haga fuerte e impermeable (a las estupideces ajenas y los comentarios malintencionados) antes de lo que yo lo logré. Mientras tanto, ya estoy yo aquí para defenderla.
Eh, no raros del mundo: ¡Que os den!
Me gusta la belleza de lo raro.
Ay NURIETA bonita ¡¡bienvenidas tú y tu niña al club!!
ResponderEliminarMi hijo se pasó un año pintando patos azules por más que a su profe le ponía de los nervios:-) terminé por decirle... mira, en clase píntalo como te manden, para nosotros aquí los patos siempre serán azules... de hecho siempre que voy de viaje le busco patos azul... que los hay, por cierto:)) a las casa nunca les pintaba ventanas, ni puertas... siempre antenas. En sus dibujos, sean de lo que fueran, siempre hay naves espaciales. Su pasión siempre fueron los planetas...se lo sabe todo de ellos. Se parece mucho a mi, pero a mi me dio por otras cosas:-) aunque nunca me he considerado rara.. supongo que porque siempre vivo en mi mundo paralelo más allá de la estratosfera y no me entero. Beso hasta a los perros callejeros, me da igual quien sea :-) por tanto, para la mayoría soy tonta rematada...Guardo cosas que a punto estoy de padecer el síndrome de Diógenes... todo me parece maravilloso aunque sea basura y me da pena que se pierda o alguien lo rompa :-) Si es por imaginación te aseguro que barro del globo a la inmensa mayoría, por despistada al resto que me queda y si nos ponemos a hablar de música...paso de la ópera, al jazz y del blues o rock, al punky y en todos los estilos disfruto como nadie.
Naada de raros NURIA , somos como somos. Yo me siento muy orgullosa de ser así, me quiero mucho ¿sabes? intento que mi hijo también se quiera, a él le cuesta más... a veces los niños son muy crueles...pero yo le ayudaré a ver que es un tipo genial...para él mismo y desde luego para mi, con eso, es suficiente.
Un día escribí en mi perfil y allí sigue...”exactamente igual de diferente, que todos...y más o menos parecida, a nadie”.. así somos todos los raros:-)
Un beso gordo mi querida “rarita”:-)... otro para tu pequeñina... de otra rarilla jajaja
Que tengas un día raramente maravilloso...
Mi hija siempre dibuja arcoiris, siempre con los colores en el orden correcto.
EliminarYo creo que que te consideres rara, o te consideres singular depende de cómo se haya tratado tu "rarez" en tu infancia. Si se respeta como algo normal, como creatividad, perfecto. Estás convencida de que eres singular, de que todos lo somos. Tengo amigos la mar de raros (en el mejor de los sentidos) cuyos padres han apoyado siempre su forma de ser, y no tienen ningún problema. Son seres especiales, luminosos. No es mi caso. En mi caso mis singularidades siempre se han tratado como un mal de morirse, juas. Así que crecí rara (eso no se puede cambiar, creo), pero escondida, reprimida.
Todos somos singulares, es cierto, por eso me preguntaba quién decide qué es normal.
Me alegra que tu hijo tenga la opción de seguir pintando patos azules (qué bonitoooooos), tiene suerte.
El post es un poco de descarga, que cuando me dijo eso pensé "pronto empezamos con lo de rara", y me cabreé bastante con el mundo en general, y con los abanderados de la normalidad en particular. Perdón por el rollo.
Un beso singular querida!!
Y que tu día sea singular y maravilloso. El mío va bastante bien ;)
No creas que siempre lo hice bien con mi hijo NURIA, lo de los patos siempre lo vi claro, pero otras cosas no...con 5 años, lo hice horriblemente mal, le amargué y a mi con él, no sé si podré perdonármelo alguna vez, sus profesores me hicieron creer que era raro ( lo diagnosticaron de TDHA -hiperactivo- y súper dotación) ese año, le hundí en la miseria creyendo hacer lo que debía... pero sólo ese año, después me di cuenta de mi grandísimo error e intenté aprender y le dejé ser él...ayudándole a sobrevivir, pero sin hacerlo un robot como me decían y matándole mientras, sin saberlo.
EliminarA veces los padres, estamos tan perdidos como los hijos... a veces nos dejamos llevar por lo que nos dicen y sin saberlo hacemos muchísimo daño, como siento te haya ocurrido a ti, seguro que tus padres creían hacer lo correcto ¿Sabes mi gran suerte? mis padres fueron otros raros jajaja para que te hagas una idea, mi padre fue un empresario obrero ateo y antifranquista a muerte ( mataron a casi toda su familia) que tocaba el violín, leía poesía y filosofía, aunque vivía entre gente ruda, máquinas y hierros... bien... se casó con una mujer de derechas, religiosa, que con un soplido se desmayaba ¿sabes qué ocurrió? con el tiempo mi padre se hizo religioso aunque siguió siendo empresario obrero de izquierdas derechas jajaja y mi madre siguió siendo religiosa pero de derechas a la izquierda y entre los dos nos llevaron más tiesos que una vela a mi y a mis 3 hermanos ¿Cómo no íbamos a salir todos raros en mi casa? ser raro allí, siempre fue lo normal;-)
Tú tienes muchísimo mérito NURIA, los que sufren por ser raros, suelen guardar ese resquemor y resentimiento de por vida, es natural... tú no...se nota que no, por eso eres singular y aun más luminosa, si cabe... tú hija sí que es afortunada.
Un beso grande, bonita.
Gracias Maria, siempre eres tan genial, tan positiva...
EliminarLos que están a tu alrededor tienen suerte. Seguro que contagias tu vitalidad. Te imagino siempre activa, siempre hablando, siempre luchando por las causas perdidas...
Gracias de nuevo.
Un abrazo de oso, y un beso enoooorme.
Yo también soy raro... pero raro...
ResponderEliminarSomos legión... Me gusta la gente rara, singular.
EliminarUn beso!
Es excelente la respuesta de tu hija. Notable. Ser raro no sé si es una cualidad, me da igual. Mejor simplemente ser y listo. Raro es aquél que no se comunica, supongo. Cada uno tiene sus puntos de vista.
ResponderEliminarAbrazo
Es que mi hija tiene unas respuestas geniales!! Soy su madre, no soy objetiva, jajajja
EliminarYo creo que cada uno tiene que ser como es, tienes razón. Pero que la dejen ser como es!! Eso de estandarizarnos es un asco. Cada uno tiene que ser singular, con sus peculiaridades.
Besos
Preciosa tu hija, preciosa tú.
ResponderEliminarTú si que eres preciosa! Te he echado de menos.
EliminarMillones de besos y abrazos.