sábado, 17 de noviembre de 2012

Días raros


 De niños todos creemos a nuestros padres casi inmortales. No tenemos el concepto de mortalidad del todo claro, y además no creemos que a nosotros nos pueda afectar. Cuando la vida de un bofetón me aclaró qué era la muerte, pero esa de verdad, esa para siempre, yo tuve la certeza de que mi padre era el siguiente. Eso con 8 años fue devastador.
Mi padre tenía 40, parecían mil. Fumaba demasiado, desde hacía demasiado tiempo. Siempre con su eterno cigarro en la comisura, a punto de caer. No hay ninguna foto de él sin ese eterno compañero. Estaba demasiado delgado, arrastraba los pies como un anciano, y las mañanas eran una monótona sinfonía de toses brutales. Yo había estado a punto de verlo morir desangrado. Le gustaba pescar a mano en el río, pero no se acostumbraba a la creciente contaminación. Seguía haciéndolo descalzo, hasta que un día pisó el culo de una botella de cerveza. Algo tan tonto... Pero aun así la certeza no me llegó hasta la muerte de mi abuelo. Entonces me fui obligando a acostumbrarme a la idea. Pero dejó de fumar. El muy cabrón dejó de fumar cuando ya habiamos desistido de pedírselo. Al mes era otro. 20 años menos en un mes. Así que empecé a verlo como inmortal de nuevo.
Hace un par de años, dos días antes de mi cumpleaños, su corazón dijo hasta aquí hemos llegado. Y a punto estuvo de morirse. Coño, y esta vez no estaba preparada. Fue como caer de repente a la realidad. Podía morir. Había estado a punto. Supongo que nada nos prepara realmente para eso.
Hoy he visto a mi primo, un hombre ya, 36 añazos, un divorcio y mucha vida sobre sus hombros, como un niño pequeño. Estaba perdido, desamparado. Sólo he podido abrazarlo. Nada prepara para la muerte de una madre, nada consuela.
Mierda de cuerpos mortales. Mierda de ley de vida.





A veces la tristeza no derrama en lágrimas, y se queda dentro de ti, habitándote, poniendose cómoda, causando estragos en tu interior. Está redecorándome por dentro, cambiando paisajes para siempre con sus manos de esquirlas.
Esto es una mierda. Casi todo es una mierda. Es la tristeza, que se esconde en mi cristalino, variando la realidad, haciéndome ver todo más feo. La puta tristeza.

Ver "Petrychor - Of Grandest Majesties (2011)" en YouTube

35 comentarios:

  1. La muerte es una descarada, descarnada y sigilosa se nos presenta delante y nos hace verlo todo con una nitidez que daña la vista.
    Nos deja helados.
    Y nosotros, al menos yo, preferimos olvidarnos de ella y hacer como que no existe.
    Prefiero no pensar.

    Un abrazo muy fuerte.
    La vida sigue y debemos aprovechar todo lo hermoso que nos da y mientras está aquí.

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    1. Totalmente de acuerdo, en todo. Cuando muere alguien de mi alrededor (desgraciadamente tengo bastante experiencia), al final mi mente elude la realidad, y me hago a la idea de que siguen ahí, solo que hace tiempo que no les veo. Es absurdo, pero es lo que mi mente hace como mecanismo de autodefensa.
      Hay que aprovechar lo bueno, es cierto. Mañana lo veré todo mejor, pero hoy... Ha sido una semana difícil en varios aspectos. Hoy me lo concedo como día triste. Mañana me obligaré a sonreir.
      Besos.

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  2. Es uno de los textos más tristes que te he leído. En otras circunstancias probablemente te animaría, te diría que esto es algo pasajero. Pero eso ya lo sabes, porque te ha pasado más veces y tienes la experiencia. Hoy llueve, y los cielos grises contaminan a muchos, a los que no saben disfrutar de días así. Pero yo también he perdido, sólo en un año, a mucha gente querida de mí alrededor, de dentro de mi familia. Es comprensible tu tristeza, que sientas miedo por esa persona frágil que está a punto de caer, serías hielo si eso no te afectara. De modo que desahógate escribiendo, llora cuánto sea necesario –seguiremos estando contigo-, sigue siendo fuerte por ti y por los demás, y cuando todo vuelva a estar más o menos equilibrado nos regalarás las mejores de tus sonrisas.
    Un beso, preciosa, y un abrazo muy fuerte.

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    1. Es que estoy triste, jodidamente triste. Una semana dura.Sé que el vacío quedará, pero el dolor pasará, se hará más soportable. Saber eso es lo único bueno de estar curtida en estos temas. Ojalá no tuviesemos tanta experiencia, ni tú ni yo.
      Últimamente estoy escribiendo sobre la gente que no está, aunque no lo publique, porque me ayuda a poner las cosas en su sitio.
      Apenas lloro, es una mierda, porque a veces me gustaría llorar un oceano y que el interior se vaciase. Por eso escribo, es como liberar lágrimas.
      Dentro de nada sonreiré, siempre me obligo a ello. Necesito estar bien. Además soy de risa fácil. Sólo me tomo un día de descanso. Hoy me permito derramar tristeza.
      Un beso, bella, y gracias por ese abrazo que me reconforta.

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  3. Es que todo eso duele.
    A mí también me ha dolido.
    Luego cicatriza.
    Y después llega casi el olvido.
    Todos pasamos por los mismo y desde luego el camino es doloroso, y si, también muy triste.

    Abrazo Núria.

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    1. El camino es una mierda. Sé que luego pasa, lo sé.
      Gracias por estar.
      Sabes qué? Me encanta ese Núria así, con acento.
      Abrazo.

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  4. Mi padre murio de repente va a hacer tres años...

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    1. Joder... La muerte cuando pilla por sorpresa es desoladora, golpea demasiado fuerte. Pero morir durante meses... No sé, supongo que es una putada sea como sea. Mi tía ha estado muriendo casi una semana. Pero aunque sabiamos que era inevitable duele igual.
      Un beso, y siento remover tristezas.

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  5. No comento sobre la muerte, me angustia demasiado, y en este día gris y feo no tengo ganas de ponerme triste.
    Muchos besos Nuria, intentaré evitar tener un día raro

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    1. A la muerte mejor ni nombrarla. Pero es que hoy necesitaba destilar esta tristeza. Espero sepas disculparme.
      Espero que tu día no haya sido raro.
      Besos Inma.

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  6. Sólo te puedo decir que la muerte no avisa la mayoría de las veces.
    Yo he perdido ya a tantos seres queridos que ya me es indiferente hasta la muerte. Me deja de piedra. Pero mis pies no se detienen nunca y siempre mirando al presente.
    Nunca estarás preparada, asi que no lo intentes,Nuria,y VIVE tu vida lo mejor que puedas.
    No me gustaria nada que mis hijos perdieran el tiempo lamentando mi muerte,pero me encanta sentir su cariño y yo darselo a ellos.
    Pensar en la vida ya nos llega, no crees?
    Un muy fuerte abrazo y animate!

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    1. Qué buen consejo Ohma. No sé si lo conseguiré, pero intentaré seguirlo. Normalmente intento que no me invada la muerte y la tristeza. Pero hoy necesitaba sentirla.
      Un abrazo (me encanta ese abrazo) y gracias.

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  7. Tienes razón siempre pensamos que pasara rozando por nuestro lado y no es así.Con la muerte no hay trato no negocia y en su ofuscación se lleva lo que tiene por delante gente joven, recien nacidos, etc.

    El concepto de la muerte cómo una cosa que tiene que ocurrir a todos los mortales no lo tenemos bien canalizado por eso nos hace sufrir tanto.

    A mí me aterra más ver a alguien que me es muy querido sufrir sin remedio.Que el solo hecho de morir porque por lo menos decansa(en este caso).Lo que claro una muerte repentina de un instante para otro y sin concienciarnos esto es un palo que cuesta recuperarse.

    Un abrazo inmenso Núria te deseo mucha entereza.Hace tres años y ayer fué su aniversario perdía a una persona muy entrañable para mí.Pero afortunadamente el tiempo todo lo sosiega.

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    1. No lo tenos asumido como algo que ha de pasar. O nos aterra o tenemos una relación malsana con la muerte (sigue fascinándome la relación de parte de mi familia con la muerte y con los muertos), no hay término medio.
      Y, como le comentaba a Temu, creo que la muerte duele si es repentina, por lo inesperado, y duele si es lenta por el sufrimiento. Aunque sí, tengo claro que lo de la última semana no era vida y es mejor que acabase cuanto antes.
      Gracias por tu abrazo. Te mando uno igual de fuerte y ánimo, que sé que los aniversarios son duros.

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  8. Es duro y hay que pasarlo, de eso, no se escapa nadie, pero el tiempo suaviza y ayuda.
    Anímate chiquitina

    Doble ración de besos

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    1. Es cierto, menos mal que se mitiga con el tiempo.
      Muchas gracias bella, no te imaginas cómo me anima esa doble ración.
      Besos. Y un abrazo fuerte.

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  9. Los abuelos deberían ser eternos,nunca estaremos preparados para su partida. Nunca estaremos preparados para la ausencia de nuestros seres queridos; y es por ello que en la inmortalidad de su recuerdo les hacemos aún más grandes, si cabe...
    Yo no tuve tiempo tampoco para despedirme de mi padre, un infarto inesperado cambió un "hasta luego" por un "descanse en paz". El día que yo cumplía 17 años él se iba para siempre. Es algo para lo que nadie está preparado. Ni con 17 ni con 50 años. Como tú bien dices "la puta tristeza" nos convierte en niños en ocasiones, aunque tengamos las espaldas infinitamente anchas.Sintiéndose como un niño supongo que no es tan vergonzoso permitirse el lujo de llorar. No he podido evitar sentirme así hace apenas unos segundos. Animo. Un fuerte abrazo.

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    1. Deberían ser eternos, sí. Los seres queridos son insustituibles, ese vacío no se llena nunca, pero con el tiempo el dolor cesa un poco, y el recuerdo lo llena todo.
      17 años... Qué duro. No puedo ni imaginarlo. Nada prepara para algo así.
      Siento haberte entristecido, y sí, llorar ayuda, bastante.
      Gracias. Un abrazo enorme.

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  10. Te voy a contar algo cielo,

    siempre pensé como tú, de hecho yo fui como tú cuentas de pequeña. Jamás pasó por mi cabeza, la idea de la muerte, ni la mía, ni la de ninguno de mis seres queridos. Pero una noche, un niño de 4 años, justo antes de acostarse me preguntó -mamá, ¿cuanto tiempo falta para que te mueras? y me di cuenta ¿sabes de qué NURIA? el miedo no tiene edad.

    La muerte no es más que miedo. Miedo a la pérdida, a lo desconocido, miedo a quedarnos solos. Lo malo de la muerte no es es la muerte en sí, es que la asociamos a la angustia de todo lo que nos asusta. Yo no sabía esto, pero por pasarme la vida intentando quitarle ese miedo a él, que ha sentido demasiado pronto porque tiene una cabecita prodigiosa ( por eso pintaba los patos azules ¿recuerdas?:-) he aprendido algo a su lado ¿sabes qué es NURIETA? cuando se nos mete el miedo en el cuerpo, se nos olvida vivir en presente, el instante. Esa incapacidad la provoca el miedo.

    Nuestra mente nos engaña y nos sentirnos mal por lo que puede suceder en el futuro o por lo que recordamos agradable teníamos en pasado pero ya no sucede...( él estaba en primero de primaria, ese fue su infierno particular , bueno, el de los dos) pasar de jugar a estar atado fue un antes y un después en su vida y la mía. Salimos de él juntos, al darnos cuenta de esta obviedad que a veces se nos olvida. Si te paras a pensar la tristeza no es más que un estado de ánimo que se instala dentro por olvidarnos de vivir lo que nos ocurre en cada momento y dando vueltas la cabeza hasta marearse, solo eso. Si eres consciente de que esto es lo que te ocurre, paras y cambias el chip, pasa la sensación. Parece una tontería pero intenta dejar tu mente en blanco, deja de pensar y mira despacio lo que hay a tu al rededor, disfruta lo que te rodea, a quien te rodea. Olvida mañana, ayer, lo que te falta, lo que se fue o lo que vendrá. No sé si soy capaz de explicarte lo que intento NURIA.

    Yo perdí a mi padre hace 8 años, jamás he querido a nadie más en mi vida y aunque al principio fue un mazazo, aprendí a usarlo cuando lo necesito, como no le tengo uso su recuerdo. Lo contrario que te decía antes, sieempre podemos darle la vuelta a todo para conseguir sentirnos mejor, en eso consiste vivir... en sacarle el jugo, cada uno debe saber cómo en cada instante y pararse justo ahí...

    Ojalá te sirva este lío que te dejo. En fin, sea como sea... llega por hoy:-)

    Mil besos preciosa... Muaaaaaakss inmenso y ánimo NURIETA, tú puedes... solo tú, sé que lo sabes y lo harás ¿no ves que sieempre lo haces?... recuerda a tu francesita;-)

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  11. Siempre recordaré los patos azules. Qué duro que tenga ese miedo tan pronto. Pero si lo habeis conseguido superar ahora sereis mucho más fuertes.
    Te explicas de maravilla. Anticipar la tristeza sólo hace que suframos más tiempo. Darle vueltas a las cosas del futuro y del pasado hace que el presente se diluya, que sea menos intenso, peor. Intento a diario luchar contra esta tristeza, porque sé que tengo motivos más que suficientes para disfrutar y ser feliz. Pero a veces necesito descargar. Ya sabes que es eso. Lloro aquí lo que no lloro en mi vida, porque así allí soy más fuerte.
    Me sirve mucho. Lo intentaré.
    Lo haré. Hoy ha sido un paréntesis.
    Oh! Gracias por recordármela. Me has hecho sonreir.
    Besos a montones. Y también mil achuchones.

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  12. Mi problema es justo el contrario, Nuri... Yo tengo la muerte de mis seres queridos presente siempre. Cada día... Es una cruz muy difícil de llevar. Me acojona como nada y me entristece incluso cuando no hay indicios de nada... Sólo esa puta "ley de vida" que dices, que me hace pensar constantemente que con los 78 años que tienen mis padres, ya les queda poco camino que recorrer... Lo pienso cada día.. Y cuando me vuelvo, veo a mis hijos y pienso en todos esos chicos que mueren por enfermedades horribles, por accidentes, por cruzarse en el camino de indeseables... Y me acojono también...
    Y ni siquiera así, teniéndolo tan presente, estoy preparada para afrontarlo.
    Es algo que me supera.

    Un beso fuerte, Nuri.

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    1. Uff, qué duro. Anticiparlo no prepara, sólo duele, trae antes la tristeza. Pero sé por experiencia que cuando eres propensa a pensar así, pues es casi inevitable. Yo también lo hago, y es jodido.
      Un besazo, Novi.

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  13. todo es finito
    la vida
    y la tristeza
    estamos condenados a ser péndulos
    la muerte y la alegría

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    1. Jo, mi blog se niega a publicar mis comentarios.
      A ver si ahora...
      Todo es finito. Me gusta lo del péndulo, muy acertado. Esperaré a estar de vuelta en el lado de la alegría.
      Besos.

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  14. · No estamos programados para asumir la muerte como algo natural, sólo para autoengañarnos. Cuando nos llega cerca, siempre sorprende, siempre duele. Y lejos, en función de los filtros... también.
    La música de Petrychor es muy reiterativa, pero se puede escuchar.

    · besos

    CR· & ·LMA
    ________________________________
    ·

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    1. Primero: totalmente de acuerdo con Petrychor. Pero como estaba en un bucle de dolor, pues dar vueltas sobre él parecía lo lógico.
      Siempre duele, siempre, sea por sorpresa o después se una larga agonía. Imposible ver el final como algo natural.
      Besos.

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  15. Nos preparamos para lo peor porque nos abruma la vida con su previsibilidad y anhelamos algo diferente de lo que tenemos.
    La muerte, como dice Daltvila, entra sigilosamente incluso cuando se la espera. El tránsito no necesita toda es solemnidad y alboroto con la que mitificamos en nuestros sueños, pensamientos y pesadillas. Es un acto natural, nada rimbombante, pasar de un estado al otro. Estás y luego dejas de estar. Quizás esa indiferencia entre el vivir y el morir es lo que en realidad nos aterra.

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    1. Para quien muere está claro que es algo natural, dejar de estar, sólo eso. Lo malo es para la gente que le quiere. Ahí es donde surge el problema. A mi no me da miedo morir, en serio. Me jodería morirme ahora, pero no tengo temor. Temo que mueran mis hijas, mi hermana, mis padres, mis amigos (de esos ya he visto morir a demasiados),... Y temo porque conozco el dolor. Y sí, debería ser algo natural, algo para lo que estar preparados, pero no es así.
      La previsibilidad de la vida abruma, sí. Pero a veces es más imprevisible de lo que deseariamos.
      No había pensado nunca en esa indiferencia.
      Besos.

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  16. El viernes visité a mi amiga del colegio... mis años... está con un tic tac de reloj, contando días, horas, cuando ya no existen los planes...sólo el momento por si acaso el de después no existe bufff...
    ella me repetía esto es una mierda, es una putada... si

    ¿sabes? salí de allí con el alma en el suelo y pensando que tengo que atesorar uuunnaaa gran cantidad de momentos de cada día para que cuando llegue ese instante pueda decir que aproveché todos los instantes de mi vida y sentirme orgullosa...

    La gente merece que se le recuerde con la alegría de los buenos momentos y el respeto de los malos momentos. Yo no querría que me recordasen llorando, sólo con una sonrisa

    Besos abisales

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    1. Hay que atesorar los buenos momentos, sí.
      Hay una cosa mala en esa clarividencia de la que hablas. Yo también la he sentido. Y cada vez piensas que tienes que disfrutar más, que tienes que vivir de forma distinta. Pero pasa el tiempo y la rutina te atrapa, y olvidas esa sensación, y todo sigue igual. No sé, creo que tenemos que intentar recordar ese momento en que decidimos que a nosotras la muerte no nos pillará en bragas y sin haber vivido. Creo que desvarío, lo siento.
      Es cierto que la gente merece eso, pero es inusual. Recuerdo que murió un amigo, alguien realmente increible, siempre haciendo cosas para que quien estuviese a su lado fuese feliz, sonriese. Estabamos en el bar de al lado del tanatorio, recordando los momentos buenisimos, y reiamos. Entró más gente del velatorio, o como se llame, y nos miraron como si fuesemos irrespetuosos. Pero era al contrario, lo respetabamos tanto que queriamos recordarlo sonriendo.
      Yo también querría que me recordasen con una sonrisa.
      Un beso enorme.

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  17. ¿molesto?
    Las líneas de tu relato son paralelas a las zozobras de mi padre. Las toses, la tozudez... Él dejó de fumar un 23F. Él dejo de fumar el 23F...Y hasta hoy.

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    1. perdón.
      La idea de la muerte va madurando en nuestro interior. Como una bola de angustia que no para de crecer cada día.

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    2. NO molestas para nada. Agradezco tu compañía.
      El mio lo dejó en fallas. Con la casa llena de gente y el ajetreo no nos dimos cuenta hasta la noche. Siempre pensé que aguantaría una semana, y ya van muchos años. Ahora es una especie de activista antitabaco.
      No para de crecer la puta bola, no.
      Besos.

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  18. Es una tontería decir "no coment", porque estás comentando que no comentas.

    Al menos, te dejo un besito.

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    1. Que estés ya es suficiente. Me quedo con ese besito.
      Te mando un par. Besos.

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