Veo pasar árboles desnudos, mecidos por el viento. Creo que
sus ramas me saludan.
La tierra se va volviendo roja, salpicada de manchas verde
oscuro.
Paso la cementera abandonada, símbolo del progreso obsoleto,
de sistemas que no se sostienen.
Pronto llegan los árboles pudorosos, esos que jamás se
desvisten, en un cambio eterno de hojas. Unas mueren, nacen nuevas, sin dejar
nunca tiempo para el duelo. Lloran resina, eternamente tristes, luchando
eternamente por sobrevivir.
Los pinos carrascos, de un verde oscuro insultante, los
silvestres verde claro, puro optimismo.
Ojalá hubiese piñoneros, perennes sombrillas de piel
cuarteada marrón claro, anaranjado, mosaicos juguetones esperando que alguien
descifre las imágenes que ocultan.
Las dos cúpulas, la torre, la villa derrumbándose ante la
mirada impávida de sus habitantes.
Las bodegas, las montañas perdiéndose más allá del
horizonte. Las nubes. Las nubes que aquí tienen una consistencia distinta a la
que tienen en cualquier otro lugar.
Las casas bajas, en filas desordenadas, improvisación
atemporal. Los cipreses flanqueando el cementerio.
Viñas a ambos lados de la carretera de ida y vuelta. Olivos
luchando contra el paso del tiempo.
La carretera desierta. Flores blancas de invierno entre las cepas recién podadas.
Almendros que se niegan a florecer y dejarme admirar una
belleza que siempre me entrecorta la respiración. Casi tanto como ver los
cerezos en flor del huerto de mi padre. Casi tanto.
Los kilómetros de cemento, despintados de amarillo y blanco,
que se niegan a una jubilación inevitable, sustituidos por putos postes
metálicos con un cuarto de su encanto.
El último pueblo antes de llegar. Nunca me permití que me
gustase, inmersa en ese odio visceral e irracional entre pueblos vecinos. Ahora
admiro su calmada belleza, el llano a la salida, cubierto de verde, de amarillo
pajizo, de rojo amapola dependiendo de la estación.
Los ciclistas, las casas abandonadas, testigos mudos del
paso del tiempo, del cambio de estilo de vida. Esperan, creo, que algún urbanita
arrepentido las sepa escuchar.
Pinos, pinos, pinos verde blanquecino. Tierra roja, naranja
oscuro, roja, creo que sangra.
Curvas, montañas, bajar al valle, puente de entrada, siempre
los mismos recuerdos acariciándome al cruzarlo. Casas. Último giro, entro a la
plaza. Fin. Fin de trayecto. Bienvenida. Bienvenida Nuria a tu lugar
en el mundo. Bienvenidos.
¡¡María me ha recordado la cortina de chapas!! Os la voy a presentar:
Hay una cortina en la puerta trasera del bar de mi pueblo. Chapas dobladas sobre cordeles, poco más. Pero es de una belleza fascinante. Y envejece, pierde trozos, porque el cordel se reseca por el sol, por el frio, y al final cede. Y se oxidan las chapas. Pero sigue cautivándome.
Sobre todo me atrapa el sonido, es calmante, como un palo de lluvia, como cañas chocando unas contra otras, música en estado puro, sencilla, sin atrezzos.
Quiero una cortina así. Quiero esa cortina, los retazos que quedan de ella. Quiero descolgarla, rescatarla, adoptarla, llevarla a casa y ponerla en una pared, para quedar atrapada a diario por su belleza absurda.
Así suena (ahora sí)
Aaah, no, no no noooo NURIETA, lo siento, pero ya que me has traído hasta aquí...
ResponderEliminarA mi me llevas derechita a tu casa, a darle dos besazos tus niñas, a ver el gato... el resto de los árboles, la cortina de chapas, la casa en ruinas donde te quedaste colgada 20 años por culpa de un beso no dado y el árbol ese de la plaza que en Navidades llenabais de luces Mmmm seguro que se me olvida algo, pero por ahora con eso me conformo, así que ya puedes darle al contacto de nuevo ¡¡guapita!!:-)
Vaya descripción tan preciosa has hecho del camino en árboles, precioso... bueeeno, vale me conformo con que des la vuelta y volvamos a empezar el recorrido ¡¡dos veces!!:-)
Muaaaaaaaakss enoorme, un día lo haremos de verdad verdadera.
Lo haremos, estoy segura.
EliminarPor ahora he añadido la cortina. Algún día enseñaré a mi gato rosa.
Me alegra que te guste María.
Me quedo con tu enorme beso, que me hace hoy bastante falta.
Pero a cambio te mando otro enoooooooooooooooorme.
Besos!!
¿Tu gato rosa??????? ¿En serio? jajajajajajajajajaja
EliminarSuenan bien vuestros planes XD
Besos a ambas!
Suenan muy bien! El gato rosa lo presenté en el post de la soledad. Algún día cuelgo un video de cómo grita.
EliminarBesos a ambos!
Árboles que lloran,, pinos que sangran....
ResponderEliminarVoy a por el rifle al coche signorina.
No puedo ver a un animal sufrir...
La ayudo?? Juasssss.
Un piacere
Yo creo que su pueblo la deprime eh?
Beso
Sicilia
Te equivocas, Sici. Mi pueblo me centra, lo que me deprime es volver a la vida real, ver que todo sigue igual, que nada mejora. Trae el rifle, sí.
EliminarBesos.
Que envidia me da Nuria toda esa naturaleza que disfrutas.
ResponderEliminarAquí, rodeado de hormigón y humo, la vida es muy gris.
Besos.
En mi mundo de hormigón la vida también es muy gris. Pero mucho mucho. De un gris que a veces es insoportable.
EliminarTe presto mi paisaje de los fines de semana. Cualquier día me escapo allí de forma permanente. Y que me busquen.
Besos.
Golpe a golpe, verso a verso...
ResponderEliminarSe hace camino al andar.
Como te veo decaída y yo no soy bueno para estos menesteres, te he dejado a dos que lo saben hacer mejor que yo...
ResponderEliminarGracias por Serrat y Sabina!!!
EliminarPero no estaba decaida. Volví con las pilas cargadas. Siempre vuelvo así. Pero es llegar aquí y se me descargan. Un día me han durado.
Escucharé a Serrat y Sabina.
Besos.
Que bonito tu recorrido, Nuri. Me pasa igual que a ti. Yo vivo en Madriz city pero trabajo a 40 kms. en un pueblo-pueblo y en cuanto salgo de la autovía me rodean viñedos, olivos... Veo a veces cazar al halcón, se me cruzan conejos y en primavera gazapitos... En esa época voy con cuidado porque los pobres todavía cruzan tranquilos sin saber de los peligros de esos bichos con 4 ruedas que atravesamos sus dominios... Una vez vi un zorro atropellado. Sentí pena y alegría a la vez. Pena porque estaba muerto. Alegría porque no tenía ni idea de que por aquí aún hubiera zorros salvajes... Otro día, meses después, se me cruzó uno vivo. ¡¡¡Un alegrónnnnnnnnn¡¡¡ :D. Hay montones de palomas torcaces, mucho más esbeltas que las de ciudad, y cigüeñas por un tubo - hace años que no emigran las de aquí - y en verano llevo la ventailla abierta para respirar hondo y que el olor del campo se me meta hasta adentro....
ResponderEliminarUna gozada. Me siento privilegiada por poder disfrutar de ese paisaje cada día.
Un beso fuerte, Nuri
Hala!!! Me encanta tu paisaje. Tu camino me ha gustado mucho. Es genial tener ese rato para desconectar, ese camino para desintoxicarse de la vida.
EliminarMe han gustado mucho tus animales. Cuidado con los gazapos. Siento debilidad por ellos.
Hemos cambiado ya tanto el clima que las cigüeñas ya no se van.
Disfruta de esos ratos Novi.
Un besazo.
Hola Nuri-Ojazos-Verdes. ¿Cómo va todo por ahí???? Te veo muy bucólica :))) Me ha gustado mucho tu descripción. Dan ganas de visitar el sitio en cuestión, la verdad :)
ResponderEliminarAunque en el fondo soy un urbanita, me encanta el campo. Claro, es que vivo en él jajaja, aunque muy cerquita de la ciudad.
Hay que ver cómo te gustan los árboles... y cuántas metáforas y enseñanzas sacas de ellos ;).
Ah, se me olvidaba; cuando quieras puedes. Ya sabes qué. Echa un vistazo. Te estaré esperando jajajaja. A ver por dónde sale el sol... Simplemente sigue las instrucciones. Como no sabré de qué va el asunto me quedaré en la inopia más profunda pero ¡¡¡lo daré por bueno si a ti te ayuda a desenmarañar algún enredo mental!!! XD. Si no es así te devuelvo el dinero ;)
Besos!
Estaba bucólica, sí. Pero alguien ha conseguido cambiarme el humor y ahora estoy de una mala hostia descomunal. Ahora mismo leo tus instrucciones. La pregunta la tengo tan clara...
EliminarTengo que pagarte??? Uhmmm
Besos!
Pd: y a mi que me da que mi post no te ha gustado mucho... juas.
¿¿¿¿Qué si tienes que pagarme???? Tamos tontuelos o qué????? :PPPP. Pues claro: vé sacando los millones. Quiero un par de "kilos" por este servicio tan heterodoxo de creador de hexagramas jajajajajaja
EliminarEspero que se te pase esa mala hostia. Lo tienes que hacer estando tranquila y centrada...
¿¿¿¿¿¿¿Por qué dices que no me ha gustado el post?????? Porque no he sido tan hiperexpresivo como soy muchas veces???? Te diré que justo antes me acababa de escribir una parrafada bastante larga (no sé si sabes cuál ;) ) y no iba muy bien de tiempo...
Me ha encantado tu post. Tiene un bucólico toque, lleno de melancolía, como si echaras muchas cosas de menos...
Muchos Besos Nuria de los ojos verdes. ;)
Cuando tengas las 6 me lo dices. ¡A ver qué sale de esto! XD
Echo de menos muchas cosas, sí.
EliminarEs que me tienes tan bien acostumbrada a tus comentarios largos y llenos de energía positiva...
Ya he tirado las 6 veces. A ver...
Besos!
¡¡¡Joder!!!... en mi recuerdo también espanta las moscas una cortina como esa, aunque yo la visualizo con un color oxidado... y el ruido al entrechocar las chapas, metalico, algo sordo, lejos de la algarabia de los cascabeles... Un beso.
ResponderEliminarEl sonido es lo mejor, lo que más me gusta. Esta también está un poco oxidada, y se rompe. Pero me gusta igual.
EliminarUn beso.
Hala! Que bonito Nuria! me he escuchado la cortina de chapas, que sonido más agradable, parece líquido, y transmite cosquillas, me encanta!
ResponderEliminarSabes que me alegro un montón de que tengas ese lugar en el mundo, y de que hayas podido ir de nuevo.
Muchos besos
Y a mi! Lo grabé para recordarlo siempre, para escucharlo cuando necesito calma. Transmite cosquillas!! Es cierto, no lo había pensado.
EliminarTodos deberiamos tener un lugar así. Cada vez que voy vuelvo nueva.
Muchos besos!!