Llevo unos días raros. Están siendo duros pero a la vez están siendo extrañamente bellos.
Alguien a quien nunca he abrazado, ni mirado a los ojos viene a rescatarme sin pedir nada a cambio. Y de repente no importa que la justicia gratuita que solicité resultase ser de saldo, porque hay alguien capaz de hacer algo tan importante por mi, de salvarme. María, nunca sabré cómo agradecértelo lo suficiente. Así que decidme que lo que encuentras aquí no es real, que me río a carcajadas.
Llevo unos días también acojonada, sinceramente. El otro día vi a un vecino de mi barrio buscando en el contenedor de la puerta del supermercado. Tiene cuarenta y pocos. Sentada en la puerta estaba una niña de 5 ó 6 años, su hija. Son gente normal, los conozco de verlos transitar por los mismos lugares que yo recorro a diario. Nunca he hablado con él. Pero me dio una tristeza infinita ver los ojos de la niña, observando tranquila a su padre.
Hace unos meses vi a una mujer de unos 50 años, muy bien vestida, con un perro de raza sentado a su lado. Estaban sentados delante de un escaparate, en una tienda cara de mi ciudad. La mujer escondía la cabeza entre las rodillas, y sujetaba en la mano un vaso de café de plástico, mendigando unas monedas que para ella hasta hacía poco seguramente eran nada. Hace poco la vi, sentada en el mismo escaparate, un pañuelo a su lado mostraba las pulseras que estaba haciendo con alambre. Ya no escondía la cara. Adaptarse, supongo, todo es cuestión de adaptarse.
Hace unos días estaba trabajando cerca de un mercado de Valencia. Hace unos años lo rehabilitaron y lo poblaron de cafeterías de precios prohibitivos, donde van los estudiantes de una universidad privada cercana a tomar frappuccinos que cuestan 4,50. Las terrazas están llenas a diario. Me encanta ese mercado, pero desde que lo rehabilitaron (era ya imprescindible) se ha convertido en un lugar al que no me siento cómoda entrando. Todos pasan por mi lado sin verme. ¿Me regalas un minuto? pregunto a un hombre. No tengo, contesta taxativo. Búscate en el bolsillo del tiempo, seguro que tienes alguno que regalarme, le digo. Y me mira como si estuviese loca, viéndome de verdad por primera vez. Creo que antes ni existía en su mundo de prisas.
En una de las aceras se sentó un padre con su hijo. Sacó una caja, y una bolsa llena de papeles. El padre se afanaba doblando papelitos mientras el hijo se tomaba un zumo que le dio una mujer que pasaba con el carro de la compra. Vendían cosas hechas de papel para alimentarse. Me pareció desesperado y tierno. Me quedé un rato observádoles de lejos. El padre trataba con un cariño enorme al niño. Eran gente normal, lo juro, eran como nosotros. Y me dio vértigo y miedo. Pánico. Me vi haciendo ratoncitos. ¿Y quién coño iba a comprar mis ratoncitos de papel? Pánico.
Los nuevos pobres se sienten tan cercanos, tan parecidos,... Asusta. Mucho.
Y encima sigue mi mala racha en el trabajo. Y no, no es cosa de la crisis, soy yo. Soy jodidamente irregular. Tengo días gloriosos en los que convenzo a cualquiera. Tengo días penosos que no consigo ni que me vean. Últimamente me levanto con superpoderes, el de la invisibilidad en concreto, y la gente pasa por mi lado sin percatarse siquiera de que les digo buenos días.
Hace más de un año tuve una racha así. Trabajaba para otra ONG. Un día estaba derrotada, vencida por completo. Me senté en el borde de un macetero, la carpeta en las rodillas. Jeremías se acercó. Trabaja para otra ONG, es el mejor captador que he visto nunca. Había oido hablar de él. Se acercó y me preguntó qué tal me iba. No muy bien, contesté ahogando las lágrimas. Se sentó, habló conmigo, me dio consejos. Durante más o menos una hora se dedicó a rehacerme. Me regaló una pulsera que desde entonces usaba como talismán, de su ONG. La perdí hace poco. Trabajaba un par de días a la semana, me contó, y el resto del tiempo se dedicaba a vivir, a su música. Soy músico, me dijo. El Hombre Viento. Ya he colgado varias veces canciones de él. Sus letras son... Es como escuchar recitar poesía.
Marcó una diferencia, a partir de ese día remonté, me fue muy bien un par de meses seguidos. Convencía a cualquiera. Recordaba a menudo consejos que me había dado, frases concretas. Ojalá las recordase mejor.
Él ni siquiera me recuerda, fue una conversación más. Hoy me lo he cruzado en la calle, le he mirado a los ojos y no, no me recuerda. Da igual, a todos nos ha pasado eso, seguro. Conversaciones que no recordamos, palabras que no fueron nada, gestos sin importancia que marcaron para alguien la diferencia. Como las líneas en la calzada que te pone alguien, como un abrazo largo.
Cuando era pequeña regalé una de mis muñecas a una niña el día de Reyes. No lo recordaría, os lo juro. No fue nada importante. Su abuela dijo que no le había podido pedir nada a los Reyes y yo hice algo diminuto, sin importancia. Lo recuerdo porque cada vez que me encuentro a esa señora me abraza y me lo recuerda.
Gestos sin importancia que para alguien son importantes.
Hoy estaba desesperada, puta mala racha, y he hecho algo terrible. Me he parado en una calle llena de captadores para intentar que me parasen, para ver cómo lo hacían. Pero los captadores no me paran, debo tener pinta de pobre insolidaria, nunca me paran. Al final me he quedado de pie al lado de un grupo de chicos de la misma ONG que ese captador que fue importante. Son los mejores. Uno se ha acercado. No voy a colaborar, le he dicho. Pero él ha hecho todo lo posible para convencerme. Dan ganas de abrazarte, me ha dicho. Me ha hecho reir. Pero no puedo colaborar. Él insistía. Al final ha desistido, y se ha alejado entre frustrado y cabreado, pero disimulando con una broma. Lo peor es que no tendré tu teléfono, me ha dicho. A veces fingen que les interesas, imagino.
Me he quedado sentada en un banco, esperando a mi compañera. Y le veía ahí, le imaginaba preguntándose qué había hecho mal. Joder, no soy capaz de imaginarme cruel, así que le he escrito una nota explicándole que era captadora, que tenía una mala racha y necesitaba ver a alguien convencer, para ver si recuperaba la fe. Me disculpaba. Me he acercado y se la he dado justo cuando llegaba mi compañera. Me daba vergüenza explicárselo mirándole a los ojos. Soy una cobarde. Nos hemos alejado caminando, y de repente nos ha alcanzado corriendo. No te has despedido, me ha dicho. Me ha abrazado y me ha dicho al oido que todo puede cambiar. Y se ha alejado.
Joder. Nunca sabrá lo importante que ha sido hoy ese abrazo. Yo, que nunca abrazo a gente a la que no quiero, con mi pánico al contacto físico con desconocidos. Pero hoy lo necesitaba, sí. Nunca lo sabrá, pero hoy me ha rescatado.
Final felíz, no?? A mi me sucede lo mismo con los abrazos y el contacto físico con personas que no conozco o que no son de mi intimidad más íntima... Es interesante ver el mundo desde otras perspectivas.
ResponderEliminarEn lo de convencer yo no entiendo mucho, pero hay mucha gente que tienen un presupuesto muy ajustado y es difícil que piensen en donar a una ONG. Y no creo que sea culpa de no saber captar, sino de a quien pillas.
Y si, comienza a dar miedo ver a según quien en el estado de pobreza tan desesperado. Me alegro qque encuentres a gente real que te ayuda. El mundo está lleno de personas, pero muchas estan dispuestas a ayudar. Eso aún nos da un ápice de esperanza.
Besos
Es curioso como mucha gente que antes no colaboraba ahora lo hace, porque los problemas son más cercanos, más reales. Estamos asustados. Aun así el poder adquisitivo es menor, y mucha gente querría y no puede. Pero yo soy realista y mi mala racha es mia. Hace un par de meses yo captaba. Soy yo.
EliminarAprovecho lo que la gente real me da, el cariño que recibo. Final feliz, al menos un poco.
Besos!
Es curioso como la poesía a veces no se trata de buscar metáforas complejas, ni enredarse en imágenes ficticias. No, la poesía es simplemente mirar, mirar, acercarse, observar como vibra la vida real a nuestro alrededor. Esta noche la poeta has sido tú, y tu entrada transmite esa sensación sinestésica de verde esperanza. O al menos es lo que yo he sentido al final.
ResponderEliminarBesos.
Oh, me emocionas. Que tú me digas eso me hace cosquillas en el alma. Gracias.
EliminarA veces hay más dolor y poesía en la vida que en cualquier libro.
Un poco de esperanza, sí, como reir con una llamada, o compartir filias. No es tan raro, pero a veces no lo sabemos ver.
Un beso poeta, y gracias.
Creo que soy inmune a tus superpoderes de invisibilidad. Totalmente inmune. Para mí tú marcas la diferencia. A veces -como hoy- te leo totalmente embobado. Creo que tienes el récord de verdad por letra a nivel mundial. Si me quisieras -no dudo que me quieras un poco- y supieras cómo me llegas con cada palabra, no dejarías de escribir. Escribirías biblias en cuadernillos escritos de tu puño y letra. Si me quisieras, sí, si quisieras verme con la piel de gallina y la mirada embobada, no dejarías de escribir con el corazón en la mano. Tú, querida, tú y sólo tú, marcas la diferencia.
ResponderEliminar¿Cómo -me pregunto una y otra vez- puedes tener detalles tan adorables?
Joder, tienes más sangre recorriendo esas venas que agua salada los océanos. Si alguna vez se te muere la vida, te mato yo. Te lo juro. Te mato.
Hoy no sé ni qué mandarte... Está claro que puedo ver por tus ojos. ¿Será que formas parte de mi pequeña familia disfuncional?
Y ahora elimina esa interrogación y deja que esas palabras se afirmen a sí mismas a juego con lo que siento en mi interior...
Pd. María... oh, María... sí... María es mucha María, ¿verdad?
Biblias en cuadernillos escritos a mano... Eso ya lo hago. Biblias no, pero escribo en cuadernos en el metro. El metro es el mejor lugar del mundo para escribir. Me encantaría que viajases a mi lado, los ojos bien abiertos, e ir indicándote lo que me llama la atención. Son normalmente detalles que nadie ve, que a nadie le importan. Sé que a ti te encantarían. Me pasa una cosa. A veces me pasan cosas bobas que no creo que le vayan a interesar a nadie, y de repente pienso en ti. Es inevitable, como hacer una foto y pensar en mandártela. Me gusta cómo me escuchas, te imagino así, mirándome fijamente con cara de interés, de fascinación. Sabes que es con la misma cara con la que yo leo tus mails.
EliminarSigo sin ver los detalles adorables que tengo. Yo sólo hago cosas normales, que haría cualquiera, creo. Cosas absurdas, poco más.
Somos una pequeña familia disfuncional, lo somos. Formas parte de la mia, así que me alegra formar parte de la tuya.
Kilos y kilos de besos. O litros. A veces los besos son tan reales que los imagino líquidos.
Pd: Es mucha María, sí.
Me váis a matar de vergüenza, te lo he dicho cielo, por favoor NURIETA, no lo hagas más, no hay nada que agradecer. Nada. Para mi no hay nada que me haga tan feliz como ver feliz a la gente que quiero, eso no es ayudar, eso es puro egoísmo. No poder hacerlo es lo verdaderamente terrible cuando me gustaría.
ResponderEliminarDe hecho es lo más terrible de mi trabajo...tú cielo, te dedicas a parar a la gente pidiéndoles ayuda, yo me dedico a prestarla, es terrible que la gente no te vea, pero ¿sabes lo terrible que te claven la mirada suplicándote un milagro y por más que buscas desesperadamente no lo encuentras? a veces siento como si un bloque de hormigón armado me aplastara. Así que por favor, soy yo la que te agradezco infinito que me permitas hacerte un poquito feliz... no te veo, pero te veo y no te he abrazado pero lo he hecho porque he sentido las dos cosas:))
Verás, cuando era enanita y jugaba, nunca quise se princesa, ni nada de eso no, no, nooo yo siempre quería ser hada jajaja lo que no sabía es que de mayor iba a desearlo aun más. Ni entonces, ni ahora, ni jamás lo seré...pero a veces, a ratitos, personas deliciosas como tú, te muestran ese brillo de agradecimiento, de alegría chispeante en los ojos cuando les consigues algo que desean muchísimo y eso NURIETA no lo paga todo el oro del mundo, a mi al menos, no. Eso me hace sentir por un instante ese hada que jamás seré y por eso cielo, soy yo la agradecida a ti.
Ojalá tuviera varita mágica para tocar a toda esa gente que mencionas y que también veo a diario. Va a ser que no...se la pido todos los años a los reyes pero debo ser remala porque... no hay tutía;))
Te voy a decir algo, jamás, jamás podría hacer tu trabajo...puedo pedir lo que sea para los demás, para mi, no puedo...me moriría de asco en una esquina sin remedio. Tienes un mérito increíble solo por aguantar, por seguir intentándolo, así que recuérdalo al lado de las frases mágicas del hombre viento y mañana... arrasarás, sino...pasado...tu familia disfuncional de aquí jajaja( como dice J ;-) está contigo, todos en tropel metidos dentro de ti ;))
Un beso inmeeeenso bonita ¿me harás una varita de fieltro con súper poderes? cuando vengas a tomarte la queimada le hacemos el conjuro aquí...luego hacemos otra de acero para pegarles a algunos un porrazo en la cabeza con ella:))
Oye...sabes que eres genial???Me alegro de haberte conocido.
EliminarCuando te leí me has hecho reir. Sabes que tengo una varita de fieltro? Caña y fieltro azul, como aquellos patos. Mi hija tenía un disfraz de princesa, pero ella quería ser hada, así que le fabriqué una varita con lo que tenía a mano. Ahora la usa para jugar. A ver si le hago una foto y te la mando.
EliminarEres un hada, María, lo eres. Recuerdo el primer post que leí tuyo, uno de estaciones de trenes. Era mágico, como si me hubieses leido el estado de ánimo. Y ahora me rescatas. Siento que te de vergüenza, pero como no puedo ir a abrazarte (por ahora), pues te doy las gracias aquí.
Un besazo hada madrina. Y estoy segura de que no lo eres sólo para mi. Imagino al punky y su familia pensando lo mismo, por ejemplo. O mira a Inma. Eres genial.
Otro beso!!!
Yo tampoco podría hacer tu trabajo.
ResponderEliminarSería absolutamente incapaz de hacerlo.
Para mí es muy difícil lo que tú haces Nuria.
Ojalá pronto cambie el viento.
Besos.
Yo pensaba lo mismo. Para trabajar me pongo una máscara, como si fuese alguien distinto a quien soy, porque soy muy tímida. Pero cuando no sale otra cosa, no sale, y no hay más remedio que trabajar en algo en lo que nunca pensaste.
EliminarOjalá.
Besos.
Bello lo que explicas, triste pero bello.
ResponderEliminarYo, que estoy convencida de que la vida no es justa, por supuesto que no lo es, creo sin embargo que las buenas personas...no me gusta como suena dicho así...la buena gente de alguna manera recibe recompensa, quizás no tangible en el sentido de que como eres buena gente tu vida es maravillosa y todo te va de lujo, pero sí que se recibe reconocimiento, apoyo y ayuda de otra buena gente, cariño, comprensión, una mirada cómplice...no sé, creo que la buena gente se reconoce entre sí y se atrae, y tal y como están las cosas y aunque nadie vaya a venir a solucionar nuestra vida, estas muestras de apoyo, marcan la diferencia y te ayudan a sobrellevarlo todo mejor, a veces una simple palabra o una sonrisa pueden arreglarte un día entero, igual que ocurre por desgracia al contrario. Tenemos que atesorar estos pequeños detalles.
Y aprovecho para darte la razón, aquí igual que fuera, y dentro de las posibilidades que ofrece, puede haber relaciones profundas y ayuda real, e hipocresía y decepción, exactamente igual que en la calle.
No quiero dejar de nombrar a MARÍA, a la que a veces se malinterpreta por excesiva y algunas personas confunden su desbordamiento en letras con afán de protagonismo o vaya usted a saber, lo que hay ahí es un corazón tan grande y tan a flor de piel, que incluso me atrevería a decir que debería resguardarlo más, pero como también es buena gente, pues quien tiene que entenderla la entiende, y ahí está, dispuesta a ayudar de forma real cuando ha llegado el momento. Yo ya lo comprobé con el TDAH de mi seta, y no sé si le supe transmitir el bien que me hicieron sus palabras y sus correos que tengo guardados y releo cuando me da el bajón, me hizo ver a mi hija desde otra perspectiva y fue maravilloso.
Disculpa, porque me he puesto a divagar, y he terminado con algo que no tiene que ver con el post, y ésto debería decírselo directamente a ella en su blog, pero hago las cosas cuando me surgen, y estoy segura de que a ti no te va a importar.
Muchísimos besos a las dos, y a seguir siendo buena gente, obtendremos recompensa.
Me encanta que le des las gracias a María, se las merece. Hace esas cosas, verdad? Justo esas que no esperas de alguien a quien ni siquiera conoces de verdad.
EliminarLas personas que conoces aquí ... pues yo creo que es como fuera, solo que sin el lenguaje corporal, pero si te fijas bien lo ves impreso en las comas, en los puntos suspensivos. No sé. Creo que al final aquí es más fácil darte cuenta de cómo es realmente la gente, por lo que escribe, por lo que comenta. Pienso que te puedes llegar a dar cuenta de muchas cosas antes que afuera, no sé. Llámame ilusa.
Yo creo que la gente buena se reconoce entre sí, que hay algo que nos une. Y no, tal vez esto no haga que tu mundo sea perfecto, pero a veces un abrazo, o una palabra en un mal día mejora todo.
Un besazo guapa! Y bienvenida de nuevo (cómo me he reido con tu post...).
Yo sigo pagando una cuota a una ONG gracias a una captadora preciosa que no era de mi ciudad....así que algo tendrá que con lo achuchada que está la vida sigo haciéndolo.
ResponderEliminarCuando yo tenía unos veinte años, era portero de futbol y jugaba en equipos profesionales, donde ganaba dinero y era muy querido por la afición. Un día se me acercó un niño de nueve años y me dijo que de mayor quería ser como yo y que si le podía entrenar para ser un buen portero. Estuvimos durante dos años quedando todas o casi todas las tardes en unas canchas cercanas a su casa. Llegó a jugar en las categorías inferiores del Atlético de Madrid. Un día vino a mi casa y me dijo que se iba, que volvía con su familia a su país, Arabia Saudí. Tenía once años. Venía a despedirse. Le regalé mi reloj, que siempre le había gustado, para que se acordara de mi y él me dio un arco con flechas que llevaba encima. Todavía lo conservo.
Hace tres años, me llegó una carta desde Londres. Era él.
Era un alto ejecutivo de una súper empresa. Me daba las gracias por haberle dedicado mi tiempo cuando más lo necesitaba, cuando con apenas nueve años sus compañeros se reían de él porque no sabía jugar al fútbol y tenía un físico enclenque.
Hoy somos buenos amigos.
Quiero dar las gracias a MARÍA, por ayudar a una persona a la que quiero mucho.
He estado a punto de ser muy mala y pedirte que te cambies de ONG. Seguro que la captadora me sabría perdonar, juas.
EliminarMe encanta tu historia, y a la vez no me extraña nada. Tú eres así. Te imagino perfectamente tarde tras tarde con el chaval. Tuvo suerte de contar contigo. Esas cosas a esa edad son mucho más importantes de lo que creemos.
Yo recuerdo a alguien que a los 17, cuando no me conseguía adaptar a los ritmos ni a los tiempos de las amistades, habló horas y horas conmigo, durante largos paseos de vuelta a una casa que no era la nuestra, como si lo que yo decía importase. Alguien que contó los días sin vernos para sorprenderme. Sí, hay cosas que no se olvidan.
Sabes que yo a ti también, lo sabes, no?
Besos gafotas.
Muchas veces te leo...y no sé porqué no te dejo comentario...cosas que hago mal...porque no cuesta nada...pero no me gusta comentar si no me implico. Comentar por comentar pues no...
ResponderEliminarHoy..no sé...me reflejo en ti en algunas cosas...y me oprimiste el corazón...en todo...por el mundo en el que vivimos, por tus sentimientos, porque me dijiste algo que me partió...también tengo ese pánico (quizás irracional o no) al contacto físico con desconocidos...y he sentido lo que tú has sentido...
No puedo decirte nada que quizás ya no sepas para que te sientas mejor...
La forma que ves el mundo...y tu sensibilidad...
Sólo puedo abrazarte muy fuerte y que ese abrazo virtual te envuelva...
un beso.
Lo bueno de los blogs es que no hay obligaciones. Yo te leo siempre, pero no siempre dejo comentarios. A veces ni siquiera es porque no me implique. El momento, el tiempo, no sé.
EliminarMe encanta tu abrazo, me lo quedo y te mando uno igual de grande.
Pd: Además, tus comentarios en mi otro blog siempre me encantan, no sabes cómo te los agradezco, siempre tan expresivos. Gracias.
es verdad que tu angustia es oprimente. También es verdad que las crisis generan cambios en nosotros.
ResponderEliminarRespecto a las crisis, los argentinos, somos expertos en ellas. Cuando no nos cagan a tiros los milicos, nos revientan los financistas.
Por eso me duele un poco cuando decis que una persona que mendiga antes era "normal"
Para el capitalismo es normal dar cobijo solo a un tercio de la población mundial.
Cuando hay estado de bienestar
hay que ver de donde se financia
y vuelvo a decirte, desde el cariño, lo "normal" es que dos tercios de las personas en el mundo no tengan qué llevarse a la boca ni cómo educar a sus hijos.
te mando un beso
A ver, podría darte la razón, disculparme por llamar no normal a más de la mitad de la población mundial. Sería lo más sencillo. Pero voy a ser sincera, políticamente incorrecta seguramente. Te voy a decir lo que pienso.
Eliminar¿Por qué nos da más ternura una cobaya (con esa pinta de rata) que una lagartija? Por cercanía biológica. La cobaya es un mamífero, sangre caliente, esos ojos con pupilas redondeadas mirándonos.
Se sincero, piénsalo sin populismos, sin pensar qué es lo que deberías opinar. Un día sales de casa y ves revolviendo en el tacho de la basura al nene que vive en tu cuadra, que capaz fue a jardín con tu hijo. Al lado está el negro villa (no es racismo, tú me entiendes), el cartón de vino o la dama juana en sus pies,... ¿Quién te da más pena? ¿A quién invitas a tu casa a comer? Tal vez seas mejor persona y digas que te provocan el mismo sentimiento. Lo siento, a mi no. A mi me preocupa más doña María, la del tercero, que malvive con su pensión de viudedad y alimenta a sus dos nietos que el gorrilla que "ayuda" a aparcar coches y te amenaza si no le das lo que considera suficiente. No soy tan buena persona, supongo.
Por eso mucha gente que cuando tenía una economía más holgada no daba ni un duro a ongs ahora aporta a alguna que trabaje en España, y no es racismo, es cercanía, es miedo a necesitarlo en el futuro, es que ves a algún amigo que los necesita y te acojonas y te ves de repente vulnerable.
Es que nos mueve más ese vecino que tenía una casa, un trabajo, sueños para sus hijos,... Repito, vidas normales, parecidas a las nuestras. Eso es lo que asusta.
Un beso y siento que lo de normal te molestase.
no dije "molestia" dije dolor, el mismo dolor de la cercania que vos sentis. Dolor por no revelarnos ante lo que no debería ser "normal" , Simplemente eso, dolor.
EliminarEs cierto, dijiste dolor y no lo leí como dolor.
EliminarYo también siento ese dolor, aunque ahora tal vez no lo parezca porque me duele más lo cercano. Espero no haberte molestado.
Un beso.
Bellos, dice…
ResponderEliminarSí, te lo digo (te puedes reír a carcajadas): Lo que encuentras aquí no es real. Bienvenidas las excepciones, sobre todo cuando lo demuestran. Y si te lo han demostrado, sin nada a cambio, yo no tengo más que decir que felicidades (…)
Respecto al vecino que viste, se me encoge el corazón realmente (porque aunque no lo parezca, esas cosas también me pasan, pero no con los cachitas de dos metros que se ganan 150 euros al día en los semáforos, sino con la gente que lo está pasando mal de manera real, aunque no sea políticamente correcto hacer esta discriminación a favor de los de “aquí”). En el caso de tu vecino, justifico el robo, sinceramente.
Aunque me repita, entiendo perfectamente a la gente que no quiera comprar ahora nada, eso le da más valor a tu trabajo… y más impotencia para ti. Es así, y lo lamento porque te aprecio.
Entiendo que te asustes, yo me asusto también; lo hago desde hace años, porque he visto a mucha gente con una venda puesta. Ahora, a algunos de ellos, se la ha quitado la vida. La puta vida. Lo paradójico de que trabajes para una ONG es que esa ONG debería trabajar para la gente como ésa que ves tú… que vemos todos. ¿Se puede saber en qué ONG trabajas tú… o has trabajado? Repito, es paradójico. Pero claro, es sólo un punto de vista de un desgraciado hijo de la gran puta.
Quizá una vez visto al músico de nuevo, le deberías haber entrado tú y charlar con él y decirle lo de la pulsera y la suerte en la que creíste, y que seguiste sus consejos hasta que te volvió a ir mal. No sé.
Por último, Nuriña, creo que tienes que aprovechar más esos momentos que te da la gente y abrirte sin timidez a la vida.
Un abrazo, y perdona si algo de lo que he escrito te sienta mal. Quizá le siente mal a alguien, porque hay mucho inquisidor de ideas que no deja mostrar tu opinión sin atizarte con epítetos. Y quizá sea porque no las está pasando PUTAS.
PD-Aunque no lo parezca, he sido bastante correctito en mi comentario.
Bello sí...es bella la forma en que lo explica. Es una característica de Nuria narrar con belleza lo feo, lo triste y lo sórdido, es un recurso que ya está inventado, no es la única que lo utiliza ni tiene nada de extraño. No hay que ser tan literal cuando ella misma no lo es, es quedarse bastante limitadito, el inquisidor quizás seas tú que criticas a los demás sin venir al caso, planteátelo
EliminarHaya paz, haya paz, por favor. Sé exactamente el por qué de ese "bellos...". A Sbm, que me aprecia, le jode mucho que mis días sean duros, imagino que como a ti, pero él lo expresa así.
EliminarY lo de los inquisidores...
A ver, la razón por la que aun no he contestado comentarios es básicamente porque no sé cómo afrontar uno de ellos, al que él se refiere. Le tengo cariño a quien lo ha hecho, y quiero que me siga comentando, pero sí he sentido un poco eso que Sbm no sé cómo ha podido intuir. Por eso ha intervenido, porque es un tío cojonudo y acude en mi ayuda.
No creo que critique. Me defiende.
Es lo que tú acabas de hacer, lo sé. Pero creo que no has captado sus razones. Gracias a los dos y un besazo.
Perdón entonces. Soy una egocéntrica de cojones, me debo creer el centro del mundo, como con lo de bello me he sentido aludida, pensaba que el resto también me iba dirigido, aunque no lo comprendía.
EliminarDisculpas a los dos, en especial a ti Nuria, lo que he hecho es feo, algún día debo aprender a no entrar al trapo tan rapidamente, y estropear el ambiente en tu casa está muy mal por mi parte, debería haber pensado más en ti en lugar de en mí.
Besos entonces para los dos.
Lo acabo de leer. Da igual, Nuri ña. I'm acostumbrated.
EliminarUn beso. :-)
Sbm: A veces por acostumbrado que estés las cosas no dejan de joder un poco. Ha sido un malentendido.
EliminarA tu comentario: Me encanta. Es cierto que hasta ahora hemos estado con una venda en los ojos, muchos lo estaban, algunos lo están. Ahora toca miedo, pero miedo del de verdad.
Sé que me aprecias, lo sé de sobra. Yo a ti también, así que deja de insultarte, grrrrrrrrrrr. No eres eso para nada. Eres un tío cojonudo. Leer tu comentario me ayudó mucho, ni te imaginas cuánto. Así que no me jodas, que eso que te has llamado no se lo llamas tú a este tío cojonudo delante mio.
El trabajo de las ongs en este momento está empezando a mirar hacia nosotros, aunque creo que han tardado en reaccionar.
El músico... Sí, intentaré hablar con él si lo vuelvo a ver. Pero no prometo nada. De verdad me muero de vergüenza. Es algo que me gustaría que no me pasase, pero es un hecho.
La timidez... Ay. Intento vencerla, pero la cabrona se resiste.
Un besazo, besosmuchos, un abrazo y un achuchón. Y gracias por acudir al rescate, en serio.
Gracias por contestarme al comentario, Nuri ña, que es de lo que se trata, supongo :-)
EliminarPaso de batallitas.
Sólo te aclaro una cosa para sentirme mejor: no acudí en tu defensa. Si te fijas en mi primer comentario, voy siguiendo párrafo a párrafo tu exposición, y sólo he comentado en base a ella.
Besosmuchos, como siempre, que ya llevamos tiempo "juntos". :-)
:)
EliminarMe has hecho sonreir.
Besosmuchos, que es cierto.
Llegas al corazón con tu relato del mundo que observas y de tu mundo interior el de tus sentimientos. Qué gran sensibilidad la tuya, no te pasa desapercibido nada y eso se ve en los detalles que nos cuentas, algunos desgarradores y otros agradables como ese abrazo.
ResponderEliminarMuchos abrazos te dejo yo con todo mi cariño. ¡Ánimo!
Ay, me dices esas cosas tan bonitas, y me pongo boba.Muchas gracias.
EliminarNo sé, yo creo que me gustan demasiado los detalles, me fijo demasiado.
Muchos abrazos a ti María Pilar, de los de verdad. Gracias.
Dices tantas cosas aquí. El futuro no puede pintar mas negro, y lo mas terrible es la apatía, el autoengaño, el aborregamiento y la resignacion de la gente.Todos parecemos solidarios ahora, pero es mentira, esa es una cualidad de unos pocos seres especiales que viven realmente el altruismo; el resto solo somos ángeles caidos que hace unos años viviamos rebosantes en la falsa ciudad de Jauja, y ahora vemos orejas de lobo y panoramas inciertos, nos vemos miseros en el mismo espejo. Tal vez esto sirva para unir de una puta vez a la gente, aunque yo que soy un escéptico no lo creo.Un beso.
ResponderEliminarYo ni siquiera creo que esto sirva para unirnos, y es una pena, porque así olvidamos nuestro verdadero poder. Unidos seríamos una fuerza imparable. Pero sí, supongo que sólo nos importamos nosotros, por eso ahora parece que nos preocupamos, por aquello del vecino y las barbas peladas.
EliminarUn beso.
...Es la cruel realidad, Nuria. La imagen de esa gente que te encuentras a diario mendigando o rebuscando en la basura es la realidad del punto al que estamos llegando en este país en el que los bandidos se han hecho con el poder absoluto: Partidos políticos, gobierno, sindicatos... Todo está en su poder y las consecuencias las estamos notando ya desde hace tiempo.
ResponderEliminarPero también es realidad que la gente de bien siempre encontraremos a alguien que nos sirva de cayado.
En el poema "O vello e o sapo" Curros Enriquez muestra muy claramente las dos posturas que se pueden adoptar: pese a las penurias lebantarse y luchar. Seguir adelante... O bien la postura del sapo.
De la aldea lejana humean las tejas,
tras las colinas se pone ya el sol,
regresan para el establo con la noche las ovejas
comiendo de las orillas el cesped tierno.
Un viejo apoyado en un palo de alacrán
el campo atraviesa hacia el pinar.
Va cansado, una piedra encuentra en el camino
y en ella se sienta a recobrar fuerzas,
y dice ¡Qué triste, qué triste estoy,
y el sapo que oía repuso Croc, croc.
Las ánimas tocan, tal noche como esta
se me quemó la casa y murió mi mujer.
Se quemaron también los bueyes en el establo y los caballos.
En la tierra la cosecha se echó a perder.
Vendí para los impuestos las viñas y las huertas
y voy por el mundo desde entonces mendigando
pero cuando no encuentro las pueertas cerradas
los perros salen de ellas y me hacen huir.
¡Canta, sapo canta! ¡Tú y yo somos dos!
Y el sapo lloroso repuso croc, croc.
Igual de solos estamos en esta tierra,
mas tú ella encuentras un aujero. Yo no.
A ti no te muerden los vientos de la sierra
y a mí las entrañas y los huesos me corroen.
Tu naciste en el monte y en el monte esperas
de valde cantando tu final ver
yo nací entre los hombres pero duermo entre fieras
y no encuentro la muerte aunque prefiera morir.
Ya tocan, recemos, que dicen que hay Dios...
El reza, y el sapo, cantaba croc croc.
La noche cerrada el rayo de la luna
en las níveas cumbres comienza a brillar.
El viento helado que lisia en los árboles brama
y se siente a lo lejos a un lobo aullar.
El pobre viejo de los años lastrado
se lebantó de la piedra y el palo recogió,
vío al cielo, los puños cerrados
y hacia el pinar refunfuñando marchó.
Con los ojos perdidos en la oscura extensión
el sapo se quedó cantando croc, croc.
Si te interesa escuchar el poema está aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=-85s1Zn2aHg
Siempre levantarse y luchar. Lo otro quizás fuese una opción antes. Pero cuando tienes hijos te das cuenta de que ya no lo es. Toca echarle un par (de ovarios en mi caso) y seguir intentándolo.
EliminarMuchas gracias por el poema. Me ha gustado, lo escucharé.
El pais,... Ufff, esto pinta peor de lo que creemos. Ahora le empezamos a ver las orejas al lobo, pero me temo que ya hace tiempo que nos está mordiendo el culo (perdón).
Besos.
¿Es triste, es bello? Es simplemente real.
ResponderEliminar¿Es el mundo real sórdido, feo, triste? Puede, todo depende de la mirada que pongamos sobre él. Grandes artistas y escritores han desenmascarando nuestros juicios morales volcando su mirada sobre ambientes donde reina el desamparo y la marginación, y elevándolos a una categoría donde nunca pensamos que pudieran estar.
Tu texto, nacido de una emoción interior y proyectado hacia fuera, tiene tal fuerza que a punto ha estado de romperme el espejuelo de la frente y lanzarme al vacío. A duras penas he recuperado mi posición en el pedestal y mi mirada huraña, pero me doy por satisfecho.
Uffff. Un beso
Mira que a mi tu mirada huraña me enternece!
EliminarMe encanta. Me has emocionado.
Es cierto que la realidad puede ser distinta según quien la mire, es cierto. Yo prefiero fijarme en los detalles sin importancia. Al final creo que tienen mucha más de la que pensamos.
Muchas muchas gracias, y no te me caigas. Bueno, yo espero aquí abajo, por si acaso.
Un beso.
Joder, me ha emocionado tu historia con el captador. Yo también he trabajado siempre de comercial, promotora, etc., y hay veces que pierdes la fe. Pero supongo que es importante seguir creyendo en el mundo, en ti misma... es lo único que nos queda: luchar y creer.
ResponderEliminarLuchar y creer. Es cierto. A veces te desesperas con un trabajo así, dejas de creer, o la gente te cuenta su dolor y tú aguantas ahí, y luego te llevas un poco a casa.
EliminarPero hay que seguir, sí. E intentar seguir creyendo.
El captador fue genial.
Un beso!
Pues sí, es horrible lo que está pasando ya no a nuestro alrededor, sino aquí al lado tan cerca que ya es imposible que como mínimo no nos roce o afecte directamente. Y si pensáramos lo mucho que hace a veces un pequeño gesto, lo importante que es para el otro oírnos decir aquello que a veces nos callamos por pudor o miedo a ser malinterpretados, esos impulsos tontos que la prudencia hace que reprimamos...mira yo estoy pasando una mala racha y alguien me ha dicho que me echaba de menos y me ha alegrado el día...XD
ResponderEliminarMe alegro mucho que hayas decidido abrir de nuevo los blogs y seguir escribiendo con tu genial mirada y valentía innata, para muchos ya nos es imprescindible leerte. Un beso.
Pues sí, es horrible lo que está pasando ya no a nuestro alrededor, sino aquí al lado tan cerca que ya es imposible que como mínimo no nos roce o afecte directamente. Y si pensáramos lo mucho que hace a veces un pequeño gesto, lo importante que es para el otro oírnos decir aquello que a veces nos callamos por pudor o miedo a ser malinterpretados, esos impulsos tontos que la prudencia hace que reprimamos...mira yo estoy pasando una mala racha y alguien me ha dicho que me echaba de menos y me ha alegrado el día...XD
ResponderEliminarMe alegro mucho que hayas decidido abrir de nuevo los blogs y seguir escribiendo con tu genial mirada y valentía innata, para muchos ya nos es imprescindible leerte. Un beso.
:) Me has hecho sonreir. Siento tu mala racha, de verdad. Si esas palabras han mejorado algo, yo sonrío.
EliminarLa situación nos toca de cerca, demasiado. A diario me cuentan dramas reales, cercanos. Yo también los veo, me rozan. Creo que no imaginamos lo mal que está la situación en realidad hasta que nos golpea en la cara.
Un beso, y ánimo.
QUeda poco por decir... creo que sabes encontrar esos momentos a los que agarrarse, que te sacan a flote de los malos días... Hay que salir a flote, primero a uno mismo, sin ese comienzo no hay nada más...
ResponderEliminarSiempre me acuerdo de tí cuando paso todos los días por lo que llamo "las cuatro esquinas", es un sitio donde se colocan las ONG con sus chalecos de distintos colores. Y me da "un ojalá pudiera", en fin...
Tus ratoncillos son la leche... :D
Besos mil
Yo me agarro a lo que sea. Hoy mi compañera me decía que a ella no le pasan esas cosas (sigue un poco alucinada con el abrazo del captador), yo creo que no nos fijamos. Yo necesito fijarme, porque necesito sobrevivir, tolerar la tristeza que a veces lo llena todo. Pero me rehago rápido, y sonrío, y río a carcajadas. Salir a flote.
EliminarAl final os pareceremos humanos los captadores, jajajajjaja
Mis ratoncillos,... por ahora los regalo. Espero no tener que intentar venderlos xP
Besos mil! Me encanta!!
ResponderEliminarLo siento. No tengo palabras, al menos, las necesarias, las importantes, las que digan algo...
Retratas el mundo que están creando para nosotros los que han hecho los presupuestos "más sociales de la historia". Te introduces dentro de ese retrato y provocas un choque y descarrilamiento de sentimientos...
Y lo rematas con esa música y esas palabras de ese 'hombre viento' que todos quisiéramos ser.
Te lo dije... no tengo palabras...
· un beso... y suerte
· CR · & · LMA ·
Gracias. Ojalá no existiese ese mundo que retratar. Yo sólo cuento lo que veo, yo sólo hablo de pequeñas historias que ocurren a mi alrededor.
EliminarEl hombre viento es tan genial...
Las tienes, tan bellas. Gracias.
Un beso. Igualmente. La necesitaremos.
En ocasiones son extraños los que orientan y salvan momentos y vidas.
ResponderEliminarEstremecedor...
A veces son gente que apenas nos roza, pero que hace algún gesto que lo mejora todo.
EliminarGracias.
Un beso.