Cuando bajo del taxi el
tal Carlos ya está luciendo su mejor sonrisa e iniciando la aproximación. Puto
gañan. Ana está a su lado. Y además hablando con normalidad.
Ana: ¿No te da la impresión de que la gente da su opinión
indiscriminadamente, cómo si creyera que su cerebro está a la altura del
silencio?
Mario: Sí, es como si regalasen papel higiénico usado en cada
esquina. Joder, me alegra encontrarte tan locuaz. Tenemos una conversación
pendiente.
Andrés: Oye ¿tú quién cojones eres...?
Mario: Vamos a ahorrarnos la escena de macho alfa violento,
¿de acuerdo Carlos? Ana se viene conmigo, sino la siguiente opción será llamar
a la policía y estoy seguro que ella no quiere eso, ¿verdad?
Ana: No… Además, tú no eres Carlos. Dile al capullo de tu
amigo que es un cobarde y que acaba de perder la oportunidad de echar un buen
polvo. Larguémonos de aquí. (Se da la
vuelta y empieza a caminar)
Mario: (Vaya, la gatita
tiene uñas. Le miro, me encojo de hombros y salgo detrás de ella) Interesante… ¿tienes hambre? Podemos ir a la Plaza
Mayor y cenar algo mientras hablamos.
Ana: Prefiero ir a tu casa. Podríamos comprar una botella
de vino y celebrar este reencuentro.
La miro con cierto
desasosiego: no tiene nada que ver con la mujer que estuvo conmigo en la playa.
En cualquier caso me parece una buena idea. Compramos la botella, algo de
comida y cogemos otro taxi.
Cuando llegamos me dice
que quiere encargarse de preparar la cena. No quiero discutir, ya lo haremos
después. Me doy una ducha. Cuando salgo ya está todo preparado. Aparte de
diversos canapés ha puesto unas velas. Casi parece una cita. Pongo algo de
música. El socorrido Miles Davis. Después de la cuarta copa de vino decido que es
el momento adecuado para dejar las banalidades y empezar a hablar.
Mario: Hay algo que me tiene intrigado, ¿por qué me mandaste
ese mensaje de texto desde el teléfono de Peter?
Ana: Quedé con él, no sé, algo fue mal, no lo recuerdo
bien. Después pensé en ti. Quería probarte. Ver como reaccionabas. Sin embargo
no hiciste nada. Fue algo… decepcionante.
Mario: "Con
este temperamento ¿qué podré hacer en la vida? ¿Haré algo más que charlar,
pasar, vagar, deliberar, huir? Me pasa lo mismo que a aquel hojalatero de
Palafrugell que un día me decía: - ¿Sabe lo que hago cuando no me tengo de
trabajo, cuando me acosan por todos los lados?...”
Ana: “Pues ahora
se lo diré: me voy a dormir..."
Si, Josep Pla. Entiendo… Hace un par de años también tuve un diario. Pero nada
que ver con eso. De hecho había imprimido una de las entradas favoritas de Carlos.
(Saca un papel del bolsillo interior de
su pantalón) Léelo a ver que te parece.
08:00
Despertador. Asco. Sueños. Realidad. Frustración. Ducha. Ropa. Autobús. 09:00
Trabajo. 10:11 Odio. Sinsentido. Aburrimiento. 11:11 SMS. Fantasía. Flirteo.
Añoranza. Edad. 11:15 Mail. Vacío. Contestador. Vacío. 12:32 Sin Respuesta.
13:03 Sin Respuesta. 13:54 Sin Respuesta. 14:00 Descanso. Metro. Casa. Comida.
Soledad. 15:44 Mierda. Prisa. Retraso. Trabajo. Mierda. 16:05 Bronca. Aviso.
18:21 Minutos. Segundos. Reloj. Minutos. Segundos. Reloj. Minutos. 19:00 Libertad.
Cansancio. Despedidas. Hipocresía. 19:22 Autobús. Calor. Aglomeración. Olores.
19:55 Casa. Cuarto. Desorden. Suspiro. 20:30 Supermercado. Compra. Tarjeta.
Crédito. Final De Mes. 21:03 Cocina. Desastre. Platos Sucios. Limpieza. Cena.
22:00 Aburrimiento. Televisión. Canales. Publicidad. Ordenador. Internet.
Vacío. 22:28 Maquillaje. Minifalda. Ilusión. Llamadas. Tonos. Sin Respuesta.
SMS. Sin Respuesta. 22:53 Terraza. Mojito. Soltera. Mojito. Edad. Reflexión.
Envidia. Mojito. Autocompasión. Mojito. 00:22 Discoteca. Luces. Calor. Alcohol.
Manos. Sonrisas. Bailar. Escapismo. Roce Inesperado. Flechazo. Alto. Guapo.
Moreno. Sonrisa. Cerca. Más. Más. Pegados. Piel. Besos. Guapo. Saliva. Sexo.
Caricia. Pelo. Húmeda. Follar. Romanticismo. Necesidad. Baile. Cortejo. Dudas.
Preservativos. Charla. Exterior. Aire. Moto. Casco. Viento. Excitación. Dudas.
Ciudad. Luces. Emoción. Nervios. Portal. Escalera. Besos. Lengua. Cuello.
Magreo. Puerta. Ropa. Suelo. Polla. Pezones. Coño. Erección. Lamer. Chupar.
Apretar. Mojada. Excitada. Alterada. Caer. Penetrar. Gritar. Puta. Cerdo.
Gemir. Forzar. Culo. Clítoris. Deseo. Mareo. Posesión. Animal. Bombear. Follar.
Meter. Sacar. Flujos. Semen. Sudor. Arañar. Morder. Dolor. Grito. Orgasmo.
Sumisión. Alegría. Mirada. Amor. Guapo. Endorfinas. Despedida. Desilusión. Ira.
Soledad. Necesidad. Frío. Tristeza.
08:00
Despertador. 08:01 Quedan treinta y seis años, cuatro días y tres minutos para
el Fin.
Mario: Es muy bueno (se
lo devuelvo) Pero vamos a lo importante: la policía te está buscando. Tus
padres también. Han asesinado a Peter.
Ana: (Abre los
ojos desmesuradamente) ¿Peter…muerto?
¡No…!
Mario: No finjas conmigo. Hiciste lo correcto. Era un
psicópata. La policía le ha estado investigando: no eras su primera victima,
llevaba abusando de mujeres desde hacía muchos años. No se conformaba con
destrozarlas, luego seguía chantajeándolas con los vídeos que había grabado de
ellas, pidiéndolas dinero. Era un animal rabioso.
Ana: No… no sé de qué hablas. Peter siempre fue amable
conmigo (empieza a llorar)
Mario: ¡¿Pero que dices?! (Modero
el tono) Te violó Ana. La única forma que tienes de superarlo es aceptar lo
que pasó. Te ha dado palizas. Era un monstruo
Ana: ¡No, no, NO! (voz
infantil) ¡Fue Erika, ella me
obliga a dormir, ella hace todo lo
malo! (gimotea como una niña, escondiendo
la cabeza entre las manos)
Mario: (Anonadado
por la reacción) Joder, ¿realmente no
recuerdas nada?
Ana: (Levanta el
rostro: se está riendo) ¡Ja, ja, ja! Eres
TAN ingenuo. Me gustas. No, no tengo doble personalidad. He tenido mi cuota de vivencias
jodidas. Peter fue una de ellas. Me alegra que esté muerto. ¡Un brindis por
ello!
Mario: Eres irritante. (Escancio
mi copa de vino en una muerte vertical. Ella gentilmente me sirve más) Jodidamente
irritante. No importa. Esto ya ha acabado. Llamaremos a tus padres y volverás a
Valencia… Erika (la mira con cierta
sospecha)
Ana: Llámame como quieras. Pero aun no podemos avisar a mi
familia, ni a la policía tampoco. Hay otra persona mucho más peligrosa que Peter.
Y nos anda buscando a los dos.
Mario: ¿Más mentiras? (De
pronto siento un mareo)
Ana: Sí cariño. Más, muchas más...
Mario: Me siento mal, parece que la bebida… (Caigo de la silla, el suelo me abraza como
una lápida. No puedo moverme)
Ana: La bebida. Y un poco de Rohypnol, ya sabes, esa droga
que se utiliza para violar a las chicas en las fiestas.
Mario: Ana, no…
Ana: Oh, que encantador eres. Realmente tenía muchas ganas
de tener otra cita contigo, ¿o qué creías, qué revisar mi correo desde tu
ordenador y luego quedar con ese pusilánime fue una casualidad? Pero ahora -me
toca ligeramente la cara-, ahora no sé, realmente me has puesto muy cachonda. Que
lástima que no vayas a recordar nada… mírate, totalmente ido ya. Pero la tentación
sobrevuela sobre nosotros y no hay que despreciarla, ¿no crees…?
Fin Capítulo 17.
Fin Capítulo 17.
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