viernes, 21 de junio de 2013

Presentación y cierre (temporal)


Hoy voy a hacer algo que no he hecho nunca: presentarme. Esta soy yo. Sí, esa de un poco más abajo, en la cama, despeinada y muerta de la risa. Esa soy yo con mi enana.  Así es como debería estar siempre, feliz. Pero la vida tiene momentos para todo. Si me vieseis por la calle no me reconoceríais, porque soy muchas Nurias. Si me vieseis por la mañana, con el pelo suelto, Marea en el mp3, canturreando con cara de mala hostia porque pierdo el metro, o riendo porque escucho a Extremoduro y Robe parece haberse metido en mi cabeza para escribir la letra, no me reconoceríais. O si me vieseis con el moño, preparada para enfrentarme a los lobos, o con la trenza (con mi pena Tristeza se hace una trenza) que me recuerda que alguien alguna vez me quiso, tampoco me reconoceríais. Soy cambiante. Dependiendo de mi humor me disfrazo de señora, con traje y taconazos, o de treintañera a punto de ir a un concierto de rock, o de adolescente con mi camiseta rosa de corazones que forman una calavera.
Ahora me disfrazo de soldado, preparado para ir a la batalla, poniendo cara de valiente y fingiendo que las mariposas no han anidado en mi garganta. Porque se acerca la batalla final (aunque parece aun tan lejos) y tengo que estar preparada. Espero recordar algo de lo que me enseñó mi abuelo jugando a las cartas, y mi cara para esconder si llevo una mala mano no me traicione.
Por ahora intento permanecer entera y seguir dando pasos. Abrir puertas.
Por el camino voy perdiendo soldados de mi pequeño ejército, mientras otros se unen. A otros los alejo.
Como me sobran amigos (juas irónico) he apartado el mismo día a dos importantes. ¿Por qué? No sabría decirlo. Necesito fuerzas para la batalla, poco más. Aun así, ver cómo no hacen nada para evitar que les aleje me deja las cosas más claras. Perder a tu mejor amigo en un momento así es una mierda. Pero positivizo, y pienso en los pasos que he dado este año y pico gracias a él. No tendría cuenta de banco propia si no me hubiese mandado todos los papeles y casi obligado a hacerla. No hubiese buscado un abogado sin su empuje.

Thank You by Dido on Grooveshark

Soy una cobarde. Ahora estoy asustada de haberla cagado y tener que seguir sola, sin su apoyo. Pero lo haré. No puedo seguir muriendo de tristeza. Las cosas se pudren y al final la putrefacción lo llena todo, te alcanza si no sabes desechar lo que está en mal estado. Es hora de poner soluciones, con o sin apoyo.


Así que ahora necesito centrarme, estar entera. Me tomo un descanso de casi todo. Hace un par de días cerré mis cuentas de Facebook y Twitter. Y no ha sido tan terrible. Mirar cada poco tiempo el móvil como forma de automutilación me estaba consumiendo. Me siento un poco más libre. Supongo que en un par de semanas estaré desesperada, no sé. 
Aquí me voy a tomar un respiro. Quiero vivir, luchar, hacerme fuerte, aprender a quererme, intentar ser feliz. Así tendré muchas cosas que contaros cuando vuelva si seguís por aquí. Sólo quiero que no todas sean tristes. 
Sed felices en mi ausencia. Os echaré de menos. Gracias por estar conmigo este tiempo, por hacerme feliz y aguantarme. Sois cojonudos.
Tal vez en un mes esté lista, tal vez en más, quizás en menos. Parece que viva yéndome. No es eso.
Un besazo y gracias, de verdad.



A Murder of One by Counting Crows on Grooveshark Gracias Por Venir by Reincidentes on Grooveshark


viernes, 14 de junio de 2013

Apilando recuerdos

Voy apilando sentimientos en un rincón en la zona oscura, donde la luz no se atreve a entrar. Intento olvidarme de que están ahí, dejarlos que se cubran de polvo y telarañas. Pero no soy capaz de deshacerme de ellos. De vez en cuando los ordeno, les quito el polvo, retiro con caricias las telarañas, dejándome los dedos pegajosos y sucios, mientras las arañas suben por mis brazos. Saboreo sentimientos, recuerdos. Algunos me golpean con su sabor amargo, otros me saben dulces, pero me deshacen el estómago apenas lo rozan, ácidos y corrosivos. Otros se dejan acariciar mimosos, como ese gato de ojos azules que se tumba sobre el lomo en el sofá para que le acaricies la barriga. Los llenos de caricias, paladeo su sabor, me embriago con su fragancia. Lloro, río, me emociono,... Y luego los vuelvo a dejar encerrados con llave en el desván oscuro donde nadie los puede alcanzar, donde nadie los puede destruir. Ni siquiera yo. Y miro adelante, hacia la luz. Dejo que el cálido sol me abrace y me dispongo a crear nuevos recuerdos que no quemaré, sentimientos que apilar. Hoy es el primer día. Hoy camino, como el bebé que acaba de aprender a caminar de puntillas. Me caeré. Me levantaré. El primer día. Mi primer día

Extremoduro - Quemando tus recuerdos

lunes, 10 de junio de 2013

Finales que se resisten, el puto día de la marmota y las órbitas elípticas


La guerra a veces no acaba, sigue eternamente, y se ve allí a lo lejos una victoria pírrica, en la que las pérdidas serán demasiado grandes. Me pierdo en escaramuzas, en repetir una y otra vez la misma puta conversación, inmersa como estoy en el día de la marmota. Todo se repite, todo. Las frases, las fases, las acusaciones, el puto chantaje, el puto chantaje, las amenazas veladas. A veces todo es tan "civilizado" que te da la sensación de que la guerra no existe. Pero existe, sigue ahí, jodidamente presente, tal vez más que si gritásemos y por las venas nos corriese sangre. Pero todo es aséptico y civilizado, todo es tranquilo. Y cuando te joden la vida con la misma tranquilidad con la que ordenan las cosas sabes que estás realmente perdida, que jamás vencerás, porque te ganarán por cansancio, porque minarán tu autoestima hasta que no tengas ganas de seguir luchando. El día de la marmota, el final que nunca llega.
Cuando digo "no" nadie me toma en serio, no debo tener pinta de ir en serio. Y ahí siguen, insistiendo, como si yo no hubiese hablado. La guerra. Pero no cuentas con algo. No cuentas con que yo soy más cabezota que nadie, no cuentas con que al fin tengo una meta. "No encontrarás a nadie como yo", dices. Esa es la idea. "Podemos volver a estar como antes", dices. Prefiero morir. Y ese convencimiento me asusta un poco, remueve fantasmas que yo creía dormidos, encerrados en el baúl de las cosas que nunca cuento. Pero hay fantasmas que vuelven una y otra vez, cada vez que bajas la guardia.
Venceré. Tengo que hacerlo. No hay muchas más opciones.
Y luego están las órbitas elípticas. Las relaciones importantes para mi describen últimamente órbitas elípticas. Es absurdo. Vivo en un continuo giro que me acerca o aleja de las personas que me importan de forma constante y permanente. Y son tan jodidamente buenas las fases de perihelio, la cercanía, esa confianza, la intimidad, complicidad, que me da por pensar que esa es la persona perfecta para mi. Y tengo la certeza de que sería perfecto y cojonudo, y absurdamente divertido. Y luego la cago, o la cagan, o simplemente seguimos nuestra órbita y llegamos a una fase de afelio, que, coño, hasta el nombre es horrible, y todo parece lejano e irreparable, más distantes imposible, y luego de nuevo cercanía, todo igual. Es absurdo, es absurdo.
Perihelio, explosión, vida, un escalofrío que recorre mi espalda. Pero siempre llega el afelio, siempre. Lo malo es que cada vez llega con más rapidez. Afelio, afelio, afelio. Lejanía, tristeza, llanto sin llanto.

Vidas cruzadas (con Iván Ferreiro) by Quique González on Grooveshark ------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Lo que quieras, dijo. ¿Y qué quiero? Quiero escuchar campanas en pleno orgasmo, y tener un ataque de risa por lo absurdo que suena. Eso quiero.


Hell's bells by AC/DC on Grooveshark

jueves, 6 de junio de 2013

Abrazos

A veces dejo de creer en todo, en la gente, en el amor, en la amistad, en las palabras, sobre todo en las palabras, porque es tan fácil hablar...
Así que de repente no creo en nada, en nada. Pero me llamas, cuando la tristeza es insoportable, cuando el odio lo inunda todo. Y es genial poder reir mientras lloras, mientras todo se hunde.
En un día de mierda, más jodido imposible, me preguntas si necesito un abrazo. Y coño sí, lo necesito casi tanto como respirar, porque he tocado fondo y no tengo ganas de seguir. Pero eso sólo lo sabes tú, sólo lo adivinas tú, que me conoces como nadie, que has visto a la Nuria oscura, obsesiva, esa que escondo de todos. Y aun así sigues ahí, no entiendo cómo sigues ahí.
Quieres que vaya a Valencia a abrazarte? Eso preguntas. Y es una de las cosas más increibles que me han preguntado, que me han ofrecido. Y yo, segura de que no vendrás, me río, porque no soy el tipo de persona por la que alguien recorre más de 300 kilómetros para dar un abrazo. Pero vienes, haces un paréntesis en tu vida para abrazarme, para tomarte una caña conmigo. Así que hoy vuelvo a creer en la vida, en ti.
Reir contigo es lo mejor. Si tu sentido del humor no existiese el mundo sería más inhóspito. Gracias por el día, por el abrazo (ya, ya, perdón y gracias, soy muy educada, juas), por el gato y la ventana. Eres enorme.
Hoy hace sol, hoy ha salido el maldito sol.


Adagio For Strings by Platoon Soundtrack on Grooveshark June night by Miles Davis & John Coltrane on Grooveshark

lunes, 3 de junio de 2013

Edificios enormes, edificios vacíos


Ahora sólo trabajo en centros de salud y hospitales. Parece que para captar socios en la calle buscan a gente más joven, juas. Soy joven para recibir ayudas, mayor para determinados trabajos. Bienvenidos a este mundo de mierda. El mismo en el que tuve que esconder mis estudios en el currículum para conseguir entrevistas de trabajo. No, no me quejo, al menos he visto la realidad y la asumo. El caso es que me paso el día en lugares tristes, escuchando historias tristes, aunque estoy aprendiendo a relativizarlo. Ahora escucho e intento dar esperanza. Y luego intento seguir adelante sin pensar demasiado en esa señora que me cuenta que ha perdido todos sus ahorros en las preferentes de Bankia (sí, esas de las que nadie habla). No creas que me sobraba, dice. Me quité muchas cosas para tener una seguridad cuando fuera mayor. Ahora mírame, mis hijos parados, yo sin un duro (ahoga un puto antes del duro, demasiado educada) para ayudarles, enferma, pagando medicamentos… No veo las noticias, ya no las veo. Ahora sólo veo canales de dibujos, con 71 años y viendo dibujitos. Pero es que si no me da por llorar, me da por insultar a la tele, y luego lloro…


Pero pienso en ella, y en esa chica que tiene a su hijo enfermo y le deben no sé cuánto de la dependencia.
Tengo una amiga con un hijo autista. Fueron a evaluarle para concederle la ayuda por minusvalía. 94%, un maldito 94%. Gran dependiente, me explica, entre 90 y 100 es gran dependiente. Varios se lo corroboran, pero cuando le llegan los papeles… 74%. Menos dinero, le quitan la cotización a seguridad social como cuidadora (desde que tuvo al nano no ha podido trabajar), que no sé bien cómo funciona, porque la mala leche le impide explicármelo con detalle. Reclaman, pierden tiempo y dinero, pasan por lo inimaginable, todo pensado para desanimarles,… Al final han ganado. Sonríe, un pequeño triunfo. Somos los primeros padres que consiguen algo así en la Comunidad Valenciana, el resto abandonaron por el camino o siguen luchando, me cuenta. Pero yo hasta que no vea el dinero no me creo nada. Lleva demasiados palos, demasiados desengaños, y a mi me da por pensar en esos que quieren impedir que se aborte aun en el supuesto de que el feto vaya a ser un niño con una grave minusvalía. Tanto empeño en que nazcan para luego desentenderse de ellos, porque el sistema se está desentendiendo de ellos, poniendo todas las trabas posibles, puteando al máximo a padres ya de por si puteados.
Siempre pongo el mismo ejemplo, pero es que cuando lo conocí me llamó la atención por el contraste: En el mismo momento que a los dependientes de la Comunidad se les debía 16 millones de euros, a Calatrava se le pagaron 15 millones por una maqueta de un edificio que nunca se construirá. Y menos mal, porque conociendo los sobrecostes de sus edificios,…


El caso es que estos días en centros de salud me han hecho pensar mucho. Edificios enormes, puro metal, cristal y mármol. Edificios carísimos, muy amplios, con mucha luz artificial, demasiado espacio para calentar en invierno y para enfriar en verano. Centros de salud inmensos en pueblos diminutos, en barrios perdidos. Edificios poco funcionales y vacíos. Sí, vacíos. ¿Cómo se mantienen esos mastodontes preciosos y poco prácticos? Hospitales estéticamente perfectos pero mal pensados. Paneles informativos que costaron 600.000 euros y ahora tienen que estar apagados porque no se puede soportar el gasto de mantenerlo encendido, un solo ascensor para un hospital enorme, grietas en edificios nuevos, cristales enormes rotos (como en el CS de Nazaret) porque no se tuvo en cuenta el asentamiento de los cimientos, algo que por aquí parece ser problemático, …


Donde vivo hay un hospital militar. Defensa lo cedió a Conselleria por 75 años, totalmente equipado y en funcionamiento. Pero no era “inaugurable”, así que no le asignaron médicos, y va muriendo de abandono, mientras en el pueblo de al lado construyeron un hospital enorme, de gestión privada, claro. Allí sí fueron todos los políticos a hacerse la foto. Innecesario. Recuerdo haber estado con mi hija en ese hospital, una prueba larguísima. Nos dejaron solas, la niña llena de cables en la cabeza, quieta, quietísima. Yo me quedé mirando el ordenador y en el protector de pantalla aparecían unas letras en las que nos llamaban clientes. Joder, podrían cortarse un poco. Yo trabajé en una clínica privada y mis jefes insistían siempre en que los pacientes eran pacientes, intentando disimular el mercantilismo implícito. Pues en ese hospital ni eso. Clientes. Claro. Así nos va.


Ahora me perdonáis el desbarre, pero es que tanto ver edificios infrautilizados y carísimos de mantener (no entro en lo que costaron, ni en cómo se adjudicó la construcción) me ha puesto de mala hostia, y me ha hecho pensar mucho.


Ahora aprovecho para enlazar a una información muy importante que ha colgado María. En estos tiempos saber cómo paralizar una ejecución inmobiliaria es vital. Gracias María por ser tan increible y seguir luchando.

Y cuelgo una canción con una letra cojonuda que le he robado a j. Sé que él me entenderá, porque las cosas cojonudas hay que compartirlas. Aunque no os guste el rap escuchadla, es un poeta y dice verdades como puños.



Indignación by El Chojin on Grooveshark