jueves, 29 de marzo de 2012

Nubes...







Mirar las nubes, hacer fotos para retenerlas... me calma, me centra, casi tanto como observar salamandras. Ahora que no encuentro salamandras a las que acariciar, me dedico a mis nubes.
En el lugar al que pertenezco, en mi sitio en el mundo las nubes tienen una consistencia distinta, al menos para mi. A veces son casi sólidas, tangibles. Es donde más me gusta fotografiar nubes, salen más favorecidas, Juas.

viernes, 23 de marzo de 2012

Árbol que se retuerce...

Mi árbol se retuerce. A veces de dolor, otras de placer, pero siempre se retuerce, nunca encuentra la paz. Mi árbol no es mío, es un simple árbol de un parque, de esos que nadie parece ver, en los que nadie repara. Por eso lo considero mío, porque me fascina, porque yo sí aprecio su belleza rabiosa.


miércoles, 21 de marzo de 2012

Lluvia...


Me encanta la lluvia, pero al mismo tiempo (sobre todo últimamente) me trae una tristeza infinita. Son días en que la soledad es mucho más... ¿dolorosa? ¿triste? ¿solitaria?
Pero me gusta hacer fotos de lluvia, sobre todo de gotas sobre cristales. Miles de imágenes invertidas sobre un cristal, resbalando, haciendo carreras entre ellas... Cómo me gusta la lluvia!

miércoles, 14 de marzo de 2012

Corazones...

Encuentro corazones en casi cualquier sitio. Me gustan los de piedra, son más resistentes, más sólidos. Lo único negativo es que cuando se rompen es difícil recomponerlos, por más que lo intentes siempre se notan las cicatrices. No son como los de gominola, que a poco que los lamas puedes unir las mitades, vuelven a estar enteros. Quién tuviese un corazón de gominola, sería bastante práctico. Me imagino dándole lametones, o dejándome lamer las heridas, para que suelden. Mientras sigo con mi corazón de piedra, hago fotos a corazones, esos que me abordan por el camino.






Tan increible que agrieta todo a su alrededor...





Antes de ser sólo una huella...




Regordete...





Pulido...





Difuso...





Huella...

viernes, 9 de marzo de 2012













Me gustan las nubes, definidas deshilachadas, blancas o de colores, todas me parecen vivas. Y también me gustan los árboles desnudos, despojados de sus adornos, bellos.

viernes, 2 de marzo de 2012

¿Por qué hago fotos a cosas en las que nadie se fija? Pues probablemente por eso, porque yo veo algo bello, que nadie más parece percibir, y necesito compartirlo.


¿Cómo no pararse a observar la belleza del paso del tiempo?